Puede parecer nuevo, como recién
sacado de un prototipo futurista presentado en el último salón del
automóvil, pero lo cierto es que
Nissan ya lleva desde 1999 comercializando este peculiar modelo
que ahora se encuentra en su tercera generación. El Cube,
que ha sido construido según la plataforma B de la alianza
Renault-Nissan, toma como base muchos de los elementos del Nissan
Note que se encuentra en el mercado. Su precio inicial es de 16.950
euros y a cambio todas las versiones vienen dotadas de un
equipamiento generoso. Es peculiar y arriesgado, pero sin duda
auténtico.
Aspecto
En el Cube no hay aerodinámica que
valga. Aquí no existen parrillas delanteras cerradas, retrovisores
afilados al milímetro o mecanismos para conducir el flujo de aire a
través de la carrocería. El coeficiente aerodinámico de este nuevo
monovolumen (Cx 0,35) explica en pocas líneas que el sentido de este
coche es meramente práctico y que
sus diseñadores han roto con “aquello que siempre se busca en un
coche”. ¿Por qué?. Sencillamente porque es lo que se
demandará en el futuro: urbanos, distinguidos y prácticos. Y si
puede ser, diferentes.
A lo largo de la carrocería del Cube
(3,98 metros de longitud, 1,69 de ancho y 1,70 de alto) no existe
prácticamente ningún corte brusco de la chapa, todo está redondeado.
Sin embargo, todos son ángulos rectos.
Quizá el más llamativo es el del parabrisas, cuya
disposición con respecto al capó llama la atención por su total
verticalidad y da pistas de que una de las maniobras más repetidas
será la de aparcar. Por esa razón, además, se creó la luneta trasera
asimétrica, que al dejar un pilar C casi invisible permite ver con
mayor facilidad en los aparcamientos con la acera en la parte
derecha.
Con respecto al portón trasero,
Nissan ha optado por la apertura lateral, que en Europa se realizará
de izquierda a derecha. Tiene la gran ventaja de que
no debemos preocuparnos por el techo o por el peso del portón,
pero el inconveniente de que necesitamos casi un metro de espacio
libre por detrás para poder abrirlo totalmente. Según el tipo de
garaje que tengamos será una solución o más bien un problema.
Interior
Aunque nuestros comentarios puedan
parecer pesimistas, hay que decir que el Cube tiene también
bastantes argumentos positivos, casi todos en lo que respecta al
interior. Por ejemplo, su gran superficie acristalada, con la que
se pretende generar un original aspecto de limusina, incide
en una mayor luminosidad y visibilidad para los ocupantes del
habitáculo. Según el diseñador del coche, el Cube se ha realizado
partiendo de la idea de un jacuzzi, de ahí que existan acabados y
adornos simulando una gota de agua al caer, como la protección del
techo solar o los acabados de los huecos portaobjetos.
La calidad interior es muy aceptable,
aunque por el precio que pide Nissan debería ser muy buena (como la
de un Mini o un Fiat 500, por ejemplo). Hay detalles originales como
las gomas en los tiradores de las
puertas para sujetar objetos pequeños como un móvil o un
paquete de tabaco. El volante no tiene ajuste en profundidad y la
relación entre éste, el asiento y los pedales es muy típica de otros
monovolúmenes (hay que pisarlos, no empujarlos). Lo más
significativo una vez sentado dentro es la buena visibilidad que da
una altura semi-elevada y un parabrisas tan vertical. Para el
conductor, a propósito, se ha instalado una pantalla en la consola
central pequeña pero en una posición elevada, lo cual no desvía la
atención de la carretera. El cuadro
de la instrumentación es original y tiene pequeños adornos
como el cuentavueltas en color blanco (que simboliza la luna) y el
velocímetro es azul (que simboliza el planeta Tierra).
En general, el coche es cómodo para
dos personas (por ejemplo un conductor de 1,85 todavía tiene unos
centímetros disponibles sobre su cabeza). Detrás, los asientos
tienen un mullido excelente, pero con muchos vaivenes en una
conducción rápida la sujeción es prácticamente nula. Lo mejor de
todo es el acceso al coche y la visibilidad.
Lo peor, la iluminación del
habitáculo, que es insuficiente por la noche. Las luces de
cortesía no permiten ver lo que hay en los huecos portaobjetos
centrales porque la consola central sobresale mucho del salpicadero.
En cuanto al maletero, éste no es
especialmente grande. Su capacidad original es de 255 litros, aunque
como es habitual se puede ganar espacio abatiendo los asientos
traseros. De esta forma se llega
hasta más de 1.500 litros de capacidad. Uno de los coches
más parecidos por tamaño y por diseño, el Toyota Urban Cruiser,
tiene una capacidad original de 314 litros, lo mismo que un KIA
Venga.
Dinámica
Nissan ofrece el Cube con dos
motores, un gasolina 1.6 de 110 cv y un 1.5 dCi de 106, éste último
de origen Renault y ambos utilizados en el Qashqai. De los dos, el
que nos parece más recomendable es el diesel porque el sonido del
motor es relativamente agradable y, aunque no es un prodigio en
potencia, se podría decir que su
comportamiento es refinado gracias a que es un unidad con sistema
common-rail. Es más recomendable en mi opinión que el
gasolina porque no hay que revolucionarlo mucho para salir
rápidamente en caso de necesidad, la diferencia de consumo es
notable y lleva asociada una transmisión de seis velocidades. El
problema es que hay que aportar otros 1.600 euros a la factura final
a igualdad de equipamiento con respecto a la versión de gasolina. El
consumo que hemos podido registrar con el motor diesel, en un
recorrido de unos 40 kilómetros casi todo por ciudad, ha oscilado
entre los 5,5 y 6,5 litros de media,
lo cual es un dato moderado.
Las características técnicas de este
motor, equipado siempre con filtro de partículas, son un par motor
de 240 Nm a 1.750 rpm, unas emisiones de 135 gramos de CO2 por
kilómetro y un consumo medio
homologado de 5,2 litros. La versión diesel puede acelerar
además igual de rápido que la de gasolina (11, 3 segundos frente a
11,7) y alcanza la misma velocidad máxima, 175 km/h.
Equipamiento
El Cube se ofrece con tres niveles de
equipamiento y dos motores, aunque el diesel no comenzará a venderse
hasta la primavera de este año. La versión más básica (1.6 110 cv
Tekna) cuesta 16.950 euros y en ella se incluyen elementos poco
habituales en versiones de acceso como el ESP, faros antiniebla,
techo acristalado, ordenador de a
bordo, bluetooth y entradas auxiliares para equipos de
sonido externos. De ahí en adelante, el CUBE puede llegar a costar
más de 22.000 euros en su versión Premium combinada con el 1.5 dCi.
Aquí se incluye el climatizador, sensores de luz y lluvia, las lunas
traseras oscurecidas, el navegador Nissan Conect o la cámara de
visión trasera. Todos los modelos sin excepción van equipados con
seis airbags de serie.
Resumen
El público objetivo del Cube todavía
no está demasiado claro, pero su
vocación es obligadamente urbana. Este atrevido proyecto,
que en Japón se ha convertido en un auténtico vehículo de culto (de
hecho ya va por la tercera generación), intentará ser introducido
por Nissan poco a poco en los mercados europeo y estadounidense.
Llegará con un precio base de casi 17.000 euros y una oferta
bastante escasa de motores. Lo mejor es el acabado interior y el
generoso equipamiento de serie. Lo
peor, su escaso maletero y su alto precio si lo comparamos
con la competencia.