La nueva variante familiar
ha adoptado el frontal completo del
modelo compacto. Al contrario que su predecesor, ahora es
una parrilla negra, en lugar de plateada, la que adorna el morro del
nuevo modelo conectando entre sí los faros de nuevo formato. Sin
embargo, la parte trasera no ha cambiado apenas y el modelo nuevo se
distingue sobre todo por los faros traseros rediseñados.
VW también ha adaptado el interior,
aunque de forma muy cuidadosa. A pesar de que el Variant se ha
dotado con el cuadro de instrumentos y la consola central del Golf
VI, el revestimiento de las
puertas, por ejemplo, continúa siendo el del modelo anterior.
En lo que respecta al volumen del maletero tampoco encontramos
ninguna novedad. Aunque habría resultado muy difícil, ya que con una
capacidad que oscila entre los 560 y los 1.550 litros con los
asientos traseros abatidos, el Golf Variant ofrece ya de por sí las
mejores cifras de su clase.
Nuevo motor diésel
Por el contrario, debajo del capó sí
nos topamos con una novedad. Gracias al lavado de cara, el Variant
incorpora ahora un nuevo motor 1.6
TDI de 105 CV. El sistema common-rail sustituye al antiguo
sistema bomba-inyector del 1.9 y convence no sólo por su
funcionamiento silencioso, sino también por el desarrollo armónico
de la potencia y, de forma especial, por un bajo consumo. Aunque su
predecesor tenía que superar primero el efecto turbo, el par motor
de 250 Nm del nuevo 1.6 TDI ya lo sentimos a partir de 1.500
revoluciones del cigüeñal.
De serie, el Golf Variant monta un
cambio manual de cinco velocidades y, de forma opcional, podremos
disfrutar de la caja de cambios automática de doble embrague DSG de
siete velocidades. Independientemente de la gestión de la potencia,
el motor diésel del Golf Variant acelera de 0 a 100 en 11,9
segundos, y la velocidad punta alcanza los 190 km/h. No obstante,
las diferencias las encontramos en el consumo, dado que con el
supuestamente económico DSG, el Variant necesita 0,3 litros más,
pasando a un consumo de 4,8 litros en lugar de los 4,5 litros a los
100 que consumía antiguamente. A pesar de todo, podemos hablar de
más de un litro menos que en el caso del 1.9 TDI.
Igual de confortable
En el apartado de características de
conducción, el Variant sigue igual.
Los asientos resultan bastante cómodos para largos desplazamientos,
las irregularidades del asfalto se absorben correctamente y la
dirección exacta nos ofrece un alto grado de precisión. Sin embargo,
el cómodo familiar no está hecho para las curvas, ya que aquí tiende
a inclinarse demasiado hacia los laterales y
suele deslizarse antes de tiempo sobre las ruedas delanteras.
Este nuevo motor está disponible con
el equipamiento básico Trendline a partir de 22.450 euros, aunque
con DSG cuesta 24.600 euros. A este precio podremos disfrutar de
climatizador, consola multifunción, elevalunas eléctrico en todas
las ventanillas y espejos exteriores eléctricos calefactados. Desde
este lavado de cara, la lista de extras estrena dos asistentes de
conducción: el "Parkassist" (635 euros), que aparta el coche
automáticamente y el "Rearassist", la cámara de visión trasera (260
euros).
Conclusión
VW ha sometido al Golf Variant a un
lavado de cara cuyo objetivo principal era una actualización del
conjunto. Los retoques estéticos son bonitos y el nuevo motor diésel
resulta muy práctico, ya que frente al anticuado sistema de
bomba-inyector, el nuevo modelo resulta más silencioso, elegante y
económico.