Los avances en los tratamientos oncológicos van orientados según
los avances se van produciendo. Un área de enorme interés y
desarrollo en los últimos tiempos es el de las células
madre y su relación con el cáncer.
Hasta la fecha, lo
único que sabemos es que las células tumorales provienen de unas
células madres; estas células tienen unas especiales
características que las hacen resistentes a determinados
tratamientos oncológicos o, al menos, en las formas en que los
administramos en la actualidad.
Además, tampoco está claro cómo identificarlas o dónde se
ubican realmente en cada órgano, lo que complica saber cómo
responden a determinados tratamientos antineoplásicos.
Lo que si parece real es que, para
poder curar definitivamente un cáncer deberíamos eliminar a
esas células
madre que mantienen activa la producción de dichas células
tumorales.
Además, para complicar el escenario, estas células son
capaces de quedarse “dormidas” (quiescentes) en momentos de
agresión hacia ellas y resurgir cuando el momento sea más
adecuado para proliferar.
Por todo esto, la posibilidad de tratar el cáncer haciendo
diana sobre las célula
madres es una de la vías de investigación más importantes en
estos momentos, aunque sin resultados directos en la actualidad
de cara al paciente. Fuente