Y eso que todo empezó de la mejor
manera posible. Para su lanzamiento, el nuevo Serie 5 fue trasladado
al Expo-Areal, un recinto situado a
las afueras de Lisboa con una arquitectura singular que ya
alberga la sede de un gran número de empresas. Bien preparado,
robusto e impresionante se presenta este nuevo modelo ante los
aproximadamente 60 periodistas del motor llegados allí de todas
partes del mundo.
Un deleite para la vista
Los futuros compradores del Serie 5
se alegrarán del nuevo diseño del modelo. Éste rezuma deportividad,
contención y una lujosa elegancia al mismo tiempo. A pesar de que
sólo ha crecido 6 centímetros de longitud total, el nuevo Serie 5
puede presumir de una ampliación de
8 centímetros en la distancia entre ejes. Un crecimiento
que no sólo debería reflejarse positivamente en el espacio interior,
sino también en sus proporciones, ya que gracias a sus pequeños
salientes ofrece un aspecto de continuidad longitudinal que lo
distingue del resto.
Por otra parte, según BMW los
clientes del Serie 5 son los más files a la marca. Aquél que haya
conducido una vez un Serie 5, lo hará seguramente una segunda y una
tercera vez. Nos encontramos pues
ante las mejores perspectivas para mejorar las cifras de ventas.
Y esto, a pesar de que en los últimos años el recién desaparecido
Serie 5 (E60) había quedado una y otra vez por delante de sus
principales competidores, el Clase E de Mercedes y el Audi A6, en la
cifra de matriculaciones. Incluso el propio Director de Desarrollo
de BWM, el Dr. Klaus Draeger, se muestra claramente optimista al
comunicar que el número de pedidos para la limusina que estará
disponible a partir de 20 de marzo de 2010 ya ha superado todas las
expectativas.
Aumenta la potencia y
disminuye el consumo
Lo ideal sería que esta tendencia se
prolongara de forma permanente, algo que seguramente ocurrirá
gracias al diseño y a las cifras de consumo. El nuevo Serie 5 vuelve
a ser el primero de la clase, a pesar de que en el momento de su
lanzamiento al mercado BMW no había implantado aún la función Stop-Start
en ninguno de los motores disponibles. Ésta se podrá disfrutar en el
520d de 184 CV pero no antes del verano de 2010. En lo sucesivo,
otros modelos también dispondrán de
esta tecnología de ahorro de combustible, a decir verdad
una artimaña de marketing para sorprender a la competencia con unos
fabulosos valores de consumo homologado. El 520d sólo consumirá 5,0
litros y el 530d automático únicamente 6,2 litros, es decir 0,4
litros menos que su predecesor. Aunque en la aerodinámica no se ha
modificado nada. Tal y como ocurría hasta el momento, el coeficiente
aerodinámico (Cx) continúa siendo de 0,28. Por eso resulta incluso
más sorprendente el hecho de que el nuevo Serie 5 haya podido
deshacerse de al menos 110 kilos de peso.
Carretera normal y circuito de carreras
Los motores de gasolina se muestran
extremadamente moderados en lo que respecta al consumo en
conducción. Ningún otro fabricante logra un consumo de 8,4 litros
con un motor de gasolina de 306 CV como el que monta el modelo 535i.
Para disfrutar de la primera experiencia práctica con este nuevo
Serie 5 tanto por la ciudad de Lisboa y sus alrededores como en el
circuito de Fórmula 1 de Estoril,
BMW puso a nuestra disposición los dos modelos de seis cilindros.
Con esta selección de recorridos BMW pretende demostrar los buenos
resultados que es capaz de obtener esta nueva generación tanto en el
día a día como bajo las condiciones más deportivas. Y todo ello a
pesar de su corpulencia.
Digamos de antemano que ambos
propulsores impresionan en cualquier situación. Con todo,
el modelo turbo de seis cilindros
en línea, que en la actualidad ya sólo incorpora un
turbocompresor twin scroll (como en el Serie 5 GT) en lugar del twin
turbo instalado en el Serie 7, es el más armonioso. El motor arranca
con un agradable sonido, reacciona limpiamente a los impulsos del
pedal de aceleración y desplaza al Serie 5 de forma lujosa a la par
que deportiva. No necesita más potencia. Sin embargo, BMW la ofrece
en forma del 550i.
El mejor diésel es, de momento, el
530d, aunque seguro que podremos disfrutar de un 535d. Con una
capacidad de tres litros y una sobrealimentación sencilla, en
principio se trata de uno de los motores perfeccionados de su
predecesor homónimo. Una inyección
de potencia hasta alcanzar los 245 (10 más), así como un
aumento en el par motor hasta los 540 Nm (+ 40) son las señas de
identidad del nuevo motor. Éste se pone en movimiento de forma
serena y tranquila. Al pisar el pedal del acelerador transcurre una
fracción de segundo antes de que el motor reaccione y deje fluir
toda su potencia. En este momento nos damos cuenta de que en la zona
alta de revoluciones, a la que rara vez se suele llegar,
resulta bastante ruidoso.
Según los ingenieros de BMW, una explicación podría ser el
incremento de la presión de inyección en combinación con el aumento
de potencia.
Da lo mismo. No obstante, el 530d
sigue siendo silencioso y el ruido al que hacemos referencia tan
sólo se produce al máximo nivel de revoluciones. A petición del
cliente, todos los motores del nuevo Serie 5
se pueden combinar con el nuevo cambio automático de ocho
velocidades, que ya se instala en el 760i y en el Serie 5
Gran Turismo y que en el Serie 5 Limousine cuesta al menos 2.200
euros (de serie en el 550i). Se trata, en realidad, de una inversión
indispensable, ya que el cambio automático con convertidor de par es
una toda una sensación. Así, el bloqueo del convertidor, que emula
un embrague de fricción de un cambio manual y demanda potencia y
combustible, sólo funciona hasta las 1.500 vueltas aproximadamente
en primera. Todos los demás cambios de marcha se llevan a cabo de
forma directa y casi a la velocidad de un cambio de doble embrague.
Algo que también resulta convincente es la espontaneidad con la que
el cambio automático se pone a trabajar. En este sentido, y al
contrario que muchos otros candidatos de
doble embrague, éste no
pierde nunca sobriedad.
Bastidor
Según el Dr. Draeger, la nueva clase
media superior ofrecerá una mayor dinámica de conducción y más
confort que su predecesor y que los modelos de la competencia. Para
poder cumplir esta promesa, existen
tres bastidores diferentes. Un bastidor estándar de acero,
un bastidor deportivo M rebajado en torno a unos 10 milímetros y el
sistema de acero adaptativo denominado Dynamic Drive, que incluye el
control dinámico de la amortiguación y que, en el caso del 520d,
cuesta alrededor de 3.000 euros.
Éste último sistema ofrece tres
configuraciones de bastidor junto con una estabilización activa del
balanceo: Comfort (suave), Normal (rígido) y Sport y Sport+ (duro).
Un simple toque de la leva situada
junto a la palanca del cambio automático nos permite
seleccionar la configuración deseada. Pero esto no es todo, ya que
el carácter global del nuevo Serie 5 también varía al cambiar el
tipo de configuración. Junto con el bastidor, la configuración
afecta a los esfuerzos de giro, a la curva característica del pedal
del acelerador y al control del cambio.
La diferencia entre los modos Sport y
Sport+ residen básicamente en la desactivación del control de
tracción y la dilación de la entrada en funcionamiento del ESP. El
hecho de si resulta necesario contar
con un sistema de bastidor caro
es algo que debería decidirse tras realizar una prueba con él. A
nosotros no logró convencernos y creemos que el bastidor estándar
será del agrado de más del 90% de los compradores de un Serie 5,
dado que ofrece la mejor relación entre confort, dinámica de
conducción y, lógicamente, precio.
Dirección integral
Opcionalmente, también tenemos
disponible (en todas las configuraciones) la dirección integral
activa, aunque sujeta a la compra de las gomas "Run Flat". Se trata
de una dirección integral que
minimiza el ángulo de giro al maniobrar y reduce el radio de giro
en 50 centímetros hasta alcanzar aproximadamente los 11,50 metros.
Mediante un control electrónico las ruedas traseras se desvían hasta
casi 2,5 grados en cada dirección. Hasta los 60 km/h esto ocurre en
sentido contrario al giro del volante y, a partir de los 60 km/h,
las ruedas traseras se desplazan en la misma dirección. Esto hace
que el Serie 5 resulte más ágil tanto en cuidad como en carretera y
le permite describir las curvas y realizar cambios de carril de
forma más ajustada en autopista. De esta manera, el BMW resulta muy
directo en la conducción y da la sensación de ser más pequeño de lo
que es en realidad.
Sin embargo, pequeño no es, ya que
con casi de 4,90 metros de longitud no le falta mucho para entrar en
el segmento superior. Esto se hace patente en el interior, aunque
sólo de forma relativa, ya que los ocho centímetros adicionales de
la distancia entre ejes no se reflejan realmente en la oferta de
espacio. Además, la consola central
es muy ancha. Sin embargo, el acabado no admite críticas y
el manejo es complejo, aunque en gran medida muy intuitivo.
A partir de este verano,
el 520d costará al menos 40.000
euros. Para su lanzamiento, el modelo básico será de
momento el 523i. Sin embargo, la cosa no quedará ahí. Aquél que
encargue accesorios tan evidentes como luces de xenón, navegador,
cambio automático y quizá uno de los sistemas de seguridad como el
sistema de advertencia del ángulo muerto, el Tempomat para la
regulación de la distancia o el asistente de visión nocturna,
superará rápidamente los 50.000 euros, cifra a partir de la cual
estarán disponibles el 530d y el 535i.
Conclusión
Quizá sea "mezcla" la palabra más
acertada para nuestra conclusión. Por un lado, el nuevo Serie 5
nos convence gracias a su aspecto
elegante y a su genial cambio automático de ocho
velocidades. Los motores son, igual que antes, los mejores
propulsores del segmento. Los seis cilindros de rendimiento suave
son la especialidad de BMW. Y el hecho de que, además, se encuentren
entre los más económicos (de momento incluso sin el cambio
automático Stop-Start), hace que la cosa resulte aún más
interesante.
Lo que sí es incierto es si el chasis
adaptativo, la dirección integral y
otros artilugios tecnológicos serán necesarios y
encontrarán aceptación entre los interesados. Según el Director de
Producto de BMW, Christian Bold, efectivamente muchos equipamientos
no son relevantes, al menos para el mercado alemán. Sin embargo, el
nuevo Serie 5 es un "actor global" y en otros mercados este tipo de
detalles sí tienen demanda. En Alemania se espera que el nuevo 520d,
es decir el diésel básico, con un buen equipamiento extra atraiga al
mayor número de compradores. ¿Un distanciamiento con respecto a la
locura de la potencia? Ese sería el camino correcto.