A la par, también ha crecido el número de estadísticas e informes
con respecto a este tema; el último ha puesto a
Italia como el país más fraudulento
de Europa. Publicado por el
Instituto de Ética en
los Negocios italiano, ha elaborado
un ranking en el que figuran los
países con el mayor porcentaje de
economía sumergida del continente respecto a su Producto
Interior Bruto.
Según la publicación, en este 2012 la
palma se la lleva el estado transalpino, con un 21%, lo que
supone un agujero negro de 340.000
millones de euros. Casi nada. Le siguen, por este orden,
Grecia, con un 20,8%,
Rumanía, con un 19,1%,
Bulgaria, con un 18,7%,
Eslovaquia, con el 17,2% y
Chipre con el 17,1%. Lejos de este top 6 se encuentran
Francia y Alemania; según
el estudio, el tamaño de sus economías sumergidas es, para que nos
hagamos una idea, la mitad que el de Italia.
¿Y España?
Los resultados del informe, sorprenden, y mucho, porque
España no aparece entre los países con mayor economía sumergida.
A pesar de que se han cosechado a partir de los datos de
ministerios, bancos centrales, policías fiscales e institutos de
estadística, difieren mucho de lo
que hasta ahora se había publicado. De hecho, varios
informes de numerosas instituciones, como los del
Banco Mundial, consideran que
durante estos últimos años
la economía sumergida de España supera el 23%, con una
cifra en torno a los 250.000
millones de euros.
En este sentido, el sindicato de
técnicos de Hacienda (Gestha) lleva varios meses
alertando de este problema y de la oportunidad que el Gobierno
tiene para ponerle freno. Según la agrupación,
reducir en 10 puntos la tasa de
fraude le daría al Estado 38.000 millones de euros al año,
aunque, en su opinión, la ley de lucha contra el fraude que
Rajoy aprobó hace un par de meses
"se queda corta".