La intrarrotación de la marcha usualmente no causa problemas serios, aún si no desaparece por cuenta propia. La intrarrotación de la marcha no causa artritis ni torpeza. Algunas veces los niños con intrarrotación de la marcha tienen problemas para conseguir zapatos que les queden bien por causa de la curva que tienen en los pies. Este problema para conseguir zapatos puede hacer que los padres consideren el tratamiento para su niño. La mayoría de los aparatos ortopédicos, plantillas y zapatos ortopédicos son caros y no corrigen el problema.

Muy pocos niños tienen una torsión severa en el hueso de la pierna (tibia) o en el hueso del muslo (fémur) que les molesta porque esto se ve mal. A veces este problema requiere cirugía.

Existen tres causas de intrarrotación de la marcha en los niños. Estas son el metatarso aducto, la torsión tibial interna y la anteversión femoral exagerada.

Metatarso aducto es una curvatura del pie. Ésta se ve mejor si usted le mira la planta de los pies a su niño como se ve en el diagrama adjunto. Si su niño tiene metatarso aducto usted puede notarlo cuando él o ella es un bebé. La curvatura en el pie probablemente ocurre antes de que el niño nazca cuando los pies están presionados en esta posición dentro del útero. En nueve de cada diez niños con este problema los pies se enderezan a medida que el niño crece.

Su médico puede mostrarle como estirarle los pies al bebé para ayudar a que el pie se enderece. Si la forma del pie es bastante curva, o si la curvatura no desaparece, su médico puede tratar a su bebé poniéndole botas de yeso en los pies para ayudarle a estirarlos hacia una posición derecha.

Los médicos tienen distintas ideas acerca de cuándo se le deben colocar los yesos, pero muchos creen que si los pies aún están curvos cuando el niño tiene cuatro a seis meses de edad, se deben comenzar a enyesar. Las botas de yeso deben eliminarse antes de que el niño cumpla la edad normal para caminar. Si los pies aún tienen algo de curva después del tratamiento con yeso eso no le causará problemas para correr y jugar y nunca es doloroso. Una curva pronunciada puede causar problemas para conseguir zapatos que le queden bien y esa es la principal razón para usar yesos.

La torsión tibial interna es una torcedura en la tibia (el hueso de la pierna que está entre la rodilla y el tobillo) como se muestra en el dibujo adjunto. Los padres generalmente notan la torsión tibial interna más o menos al mismo tiempo que el niño comienza a caminar. Algo de torsión interna en el hueso tibial es normal en los bebés. Usualmente esta torsión se endereza durante el primer año de vida del bebé. En algunos niños la torsión no se endereza lo suficiente como para que sus pies apunten derecho o hacia afuera, y esos son los niños que todavía tienen intrarrotación de la marcha (caminan con los pies hacia adentro) cuando comienzan a caminar. Los huesos de la pierna por lo general continúan creciendo más derechos hasta que el niño cumple seis a ocho años de edad.

Los aparatos ortopédicos y los zapatos especiales no son útiles. Un tratamiento que se ha usado es una barra con zapatos unidos a ella que hacen que los pies del niño apunten hacia afuera. No se ha demostrado que esto funcione. Los aparatos ortopédicos como esos son caros y por lo regular a los niños no les gusta usarlos. Entonces, los médicos no dan ningún tratamiento para torsión tibial interna en niños pequeños. En un número pequeño de niños, la torsión en la tibia no desaparece. Inclusive si la torsión persiste no se ha demostrado que cause artritis o problemas al correr o saltar.

Algunas veces la apariencia es un problema. En este caso, el tratamiento es cortar los huesos y voltearlos (rotarlos) hacia afuera de modo que los pies apunten hacia el frente. Muy pocos niños necesitan esta cirugía. Esto es algo que debe discutirse cuidadosamente con el médico de su niño.