"Tenemos que asegurar
el futuro de nuestro país",
dijo Merkel en rueda de prensa al término de las dos jornadas de
reunión extraordinaria de su consejo de ministros para detallar las
medidas de ahorro. "Lo que vemos ahora en Grecia y en otros países
nos muestra la importancia que tiene la
disciplina
financiera".
El plan, que incluye un
ahorro presupuestario de más 11.000
millones para el próximo año, contempla recortes relevantes
para las carteras de Trabajo y Asuntos Sociales, Infraestructuras y
Construcción, así como Defensa, pero no conlleva un aumento del IRPF
u otras cargas impositivas para el ciudadano como el IVA.
Parados de larga duración
"Estamos en tiempos
duros y difíciles. No nos podemos permitir ya todo aquello
que deseamos si queremos diseñar el futuro", señaló la canciller. El
vicecanciller alemán y titular de Exteriores, Guido Westerwelle,
comentó en la misma rueda de prensa que "hemos vivido en los últimos
años por encima de nuestras
posibilidades" y calificó el paquete de ahorro de
"ambicioso, amplio y sólido".
Las medidas más duras tienen que ver
con el gasto social y afectan especialmente a los
parados de larga duración,
que dejarán de recibir subsidios
por maternidad o paternidad en los primeros años y, además,
el Estado dejará de pagar sus cotizaciones a las cajas de pensiones,
lo que deberá llevar a las arcas públicas un ahorro de 2.000
millones de euros al año.
Esta última medida fue justificada por Merkel, que dijo que el pago
de las cotizaciones aumenta muy poco el nivel de la pensión de los
parados de larga duración que en todo caso tienen derecho a una
pensión mínima.
Merkel acordó también reducir
hasta 2014 en 15.000 el número de funcionarios ministeriales y de
otras instituciones federales y suspender el previsto aumento en
2011 de la
paga de Navidad.
La canciller alemana subrayó que,
como se había anunciado anteriormente,
no se tocarán los presupuestos
destinados a la educación y la investigación, y recordó que
estos aumentarán en 12.000 millones de euros en la presente
legislatura.
Impuesto a las transacciones
Merkel también ha anunciado que
Alemania piensa introducir un
impuesto a las transacciones financieras como muy tarde en
2012, si no se logra antes un acuerdo que permita imponer una tasa
semejante a nivel internacional o europeo.
La canciller considera este impuesto como una forma de hacer que
los bancos hagan su aporte
a los gastos de las crisis financiera.
40.000 soldados menos
Dentro de las medidas de
recorte, Merkel señaló que el Gobierno federal planea acometer
fuertes reformas en las Fuerzas Armadas, entre las que estudia una
reducción de
40.000 soldados.
La canciller dijo que el ministro de
Defensa, Karl-Theodor zu Gutenberg, ya recibió el encargo de
estudiar antes de septiembre un recorte de 40.000 soldados en el
Ejército alemán, actualmente formado por
250.000 militares.
Guttenberg tendrá que analizar junto a una comisión los efectos que
esta reducción de militares tendría para el Ejército, las misiones
en el extranjero e incluso estudiar la
continuidad del servicio militar
obligatorio. Hace apenas tres semanas el gobierno alemán
aprobó reducir el servicio militar obligatorio, a partir del 1 de
julio, de nueve a seis meses.
Recortes en
Industria
El aporte de la industria lo harán
ante todo los consorcios energéticos, que tendrán que pagar un
impuesto especial por la prolongación de la
vida de las centrales nucleares, y los bancos, para los que
se proyecta un impuesto a las transacciones financieras, a más
tardar a partir de 2012.
Además, a partir del año próximo se introducirá un
impuesto ecológico al transporte aéreo, adelantándose así a
una medida europea planificada para 2013
El amplio paquete contempla igualmente la congelación de grandes
proyectos como la reconstrucción
del Palacio Imperial en el corazón de Berlín, cuyas obras,
previstas para este mismo año, no comenzarán ya antes de 2014.