Internet y el e commerce, o comercio electronico, ya son una parte importante de la vida cotidiana de millones de personas en el mundo entero. Desde la conectividad y la comunicación casi inmediata sin importar la distancia, hasta la capacidad de compartir cualquier contenido y hacer circular cualquier tipo de idea o comunicación, se puede decir que Internet ha moldeado nuestra vida a unos niveles impensables para cualquier otro medio de comunicación existente en el pasado.
Un aspecto importante de esta revolución es el e commerce. En él se puede constatar hasta qué punto el intercambio de información a través de los medios electrónicos ha afectado y continuará afectando nuestras vidas de formas impensables hasta hace apenas unos años. Desde las simples transacciones hasta las novedosas monedas electrónicas, los intercambios económicos a través de la web están a la orden del día.
La revolución del e commerce
Un campo que ha sido verdaderamente trastocado con la cotidianidad del intercambio de información digital es el comercio. La prestación de servicios, el intercambio de bienes y la circulación de dinero, se han visto dramáticamente afectados por la aparición y el uso de internet en prácticamente todos los niveles sociales, culturales y de edad.
No sería aventurado decir, entonces, que vivimos la era del comercio electrónico, en el que todo tipo de transacciones se llevan a cabo a través de un click. En él, los consumidores tienen al alcance de la mano infinidad de opciones de ofertas y servicios, y los comerciantes a su vez tienen al alcance posibilidades enormes de penetración en mercados grandes, con una utilización de recursos publicitarios mínima.
Crecimiento sostenido
En algunos países de Europa y Norteamérica el comercio electrónico es cosa de todos los días. Las personas suelen hacer sus compras cotidianas a través de internet, cargando los pagos a sus tarjetas de crédito y recibiendo los pedidos en sus casas a través de servicios de delivery.
En Latinoamérica, esta tendencia apenas empieza a repuntar en el mercado, logrando ya altos niveles de aceptación y preferencia por parte del público. Según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico, CACE, el sector ha experimentado un crecimiento del 70% el año pasado, llegando a 17 millones de usuarios en el país.
Quizás falte un poco para alcanzar al nivel de cotidianidad y hábito al que ha llegado en otras latitudes, pero las cifras no mienten. Estas nos hablan de unos consumidores que buscan comodidad, variedad y seguridad en sus compras. Es por esto que los prestadores de servicios y comerciantes deben estar atentos al crecimiento y a las nuevas ventanas de oportunidad y negocio que se abren con el auge del comercio electrónico en nuestros países.
Ofertas especiales
El auge del comercio electrónico ha originado una serie de costumbres y rituales que se han instalado en los hábitos del consumidor y los comerciantes. Uno de ellos es la celebración de períodos especiales de ofertas, que en algunos países coinciden con el inicio de la temporada navideña. En estos, por lo general se ofrecen, por un tiempo limitado, descuentos mayores a los habituales, generando un frenesí de consumo que acaba con las existencias. Eventos de esta naturaleza en la Argentina registraron, en 2016, transacciones por más de $2.000 millones, lo cual representa un aumento de casi el doble de lo registrado en años anteriores.
Las órdenes de compra alcanzaron el millón, es decir, un 12% más de las registradas en 2015. Esto, sin lugar a dudas, atestigua el indetenible crecimiento del sector del comercio electrónico en la Argentina, lo cual va de la mano con las tendencias registradas en el comercio mundial.
Alrededor del mundo, se calcula que en países en los que el sector está plenamente desarrollado, como Estados Unidos y China, el comercio electrónico o e-commerce registra un crecimiento sostenido, llegando a ser cuatro veces más acelerado que el de los minoristas tradicionales. Se estima que en países superpoblados como la India, por ejemplo, en el año 2020 las transacciones realizadas a través del comercio electrónico por internet alcancen unos pasmosos 70.000 millones de dólares.
Las monedas electrónicas y la economía del futuro
Si el e commerce ya es el presente, las monedas virtuales pudieran ser el futuro del comercio y de los intercambios de bienes y servicios en Internet. Pero, ¿qué son las monedas virtuales?
Las monedas virtuales o cryptocurrencies son formas de dinero surgidas en el contexto del comercio virtual. Las mismas no tienen representación ni equivalencia física. Su existencia se circunscribe únicamente al ámbito virtual. Al no tener referencia ni equivalencia real, las monedas virtuales no pueden ser reguladas por ningún gobierno ni ente superior, por lo que su valor depende de la confianza que los usuarios tengan en ella y de las dinámicas propias de la oferta y la demanda.
Muchos analistas opinan que este es su mayor atractivo, pero, al mismo tiempo es su mayor debilidad: desde los usuarios más conservadores hasta los grandes bancos miran con desconfianza la total ausencia de regulaciones, así como su vulnerabilidad ante elaborados fraudes electrónicos. Pero tanto los mecanismos de seguridad como los procesos de intercambio de estas monedas se van refinando cada vez más con el tiempo, lo que hace que una mayor cantidad de internautas se involucren cada vez más en transacciones que implican el uso de estas novedosas monedas virtuales.
Como podemos ver, el comercio electrónico es un ámbito fascinante, en el que las capacidades de conectividad e intercambio de la Internet se aprecian en todo su esplendor. Hoy es el auge del comercio electrónico, mañana quizás sean las monedas virtuales: el simple hecho de pensar qué nuevas sorpresas depara el futuro no puede ser sino emocionante y esperanzador.