Más de 17.000 píldoras que contenían carne humana en polvo fueron
incautadas por la policía aduanera de Corea del Sur, que detuvo el
cargamento antes de que fueran vendidas como una supuesta “cura
milagrosa”.
Las pastillas, provenientes de China, se venden en Corea
como un supuesto remedio que cura todo tipo de enfermedades, cuando,
sin embargo, están cargadas de bacterias y son muy dañinas para la
salud.
A su vez, y según las pruebas realizadas, las píldoras se
compondrían de un 99,7% de carne humana, más concretamente de restos
de bebés. De hecho, los estudios que se llevaron a cabo para
determinar el contenido de las pastillas pudieron establecer incluso
el sexo de los pequeños de los que proviene el “polvo” que es
introducido en las cápsulas.
El hallazgo no es el primero, ya que los funcionarios llevan
encontrándose este tipo de remedios desde agosto del pasado año en
las aduanas.
La fabricación de las cápsulas,se ve favorecida por el hecho de que
en China se llevan a cabo más de 13 millones de abortos al año o se
deja morir al pequeño para evitar transgredir la prohibición de no
tener más de un niño por familia en algunas zonas rurales.