Hasta que llegue el
TATA Nano, en el mercado
sólo hay tres modelos que resulten más baratos que un Pixo: el TATA
Indica, el Chevrolet Matiz y el Suzuki Alto. En cualquiera de los
casos, la diferencia es muy reducida, por lo que la batalla sigue
abierta sin un líder claro en el segmento. Todos ellos quedan por
debajo de la barrera de 7.500 euros en su versión básica y se
caracterizan por lo mismo: motores mínimos, equipamientos casi
inexistentes y prestaciones básicas pero…. ¿suficientes?.
La alianza entre Suzuki y Nissan para
ofrecer un coche barato de verdad
llegó hace varios meses a Europa materializada en simpáticos nombres
de cuatro letras. Alto y Pixo. Ambos coches son prácticamente lo
mismo, con las pequeñas diferencias que cada marca ha otorgado a su
exterior e interior a modo de sello personal. Así, la decisión entre
uno u otro debe entrar sólo por los ojos y por algunos cambios en el
equipamiento de serie.
En una vista lateral, el
Pixo es totalmente idéntico a su
hermano gemelo Alto. Sólo pueden diferenciarse desde una
vista frontal (donde el plástico negro inferior y la parrilla típica
de Nissan lo acerca a modelos superiores como el Note) y estudiando
al detalle el interior (donde encontraremos que el Pixo cuenta con
cuatro airbags de serie en lugar de los dos que equipa el Alto).