El 1 de
abril, la recesión entró en su mes 17, según la Oficina nacional de
investigación económica (NBER), encargada de datar los ciclos
económicos, que sitúa su comienzo en diciembre del 2007.
La crisis actual es en consecuencia
más larga que las de 1973-1975 y 1981-1982, que duraron 16 meses
cada una.
Toda referencia a la Gran Depresión
de los años 1930 es sin embargo rechazada: el crack
bursátil de 1929 provocó un periódo de contracción de la economía
estadounidense de 43 meses según la NBER, mientras que por ahora,
los responsables económicos estiman -o esperan- que la recesión
actual terminará en el 2009.
Pero los directores de la Reserva
Federal (Fed) hacen gala desde hace cierto tiempo de una gran
humildad, insistiendo sobre la característica ''altamente incierta''
de sus pronósticos a causa de las excepcionales circunstancias del
período.
En una muestra de ello, el presidente
de la Fed, Ben Bernanke, declaraba ante el Congreso en enero del
2008, al comienzo de la recesión, que ``no prevemos una recesión,
sino, en este momento, un crecimiento lento''.
La crisis se presenta ahora tan
violenta como la de 1981-1982, como lo reconoció recientemente
Jeffery Lacker, un director de la Fed.
Pero ciertamente no es la peor desde
la Gran Depresión, como señala Charles Gascon, economista del banco
de la Reserva Federal de Saint Louis, en un estudio publicado esta
semana.
''La actual recesión no es la
depresión que conoció vuestro abuelo'', escribió, subrayando que el
ingreso por habitante había caído 11.7% y el empleo 5.6% en los 12
primeros meses de la Gran Depresión (contra un descenso de 0.7% y
2.2% de diciembre del 2007 a diciembre 2008 respectivamente).
En el último trimestre del 2008, el
Producto Interno Bruto estadounidense cayó 6.3% en ritmo anual,
hecho que no ocurría desde el primer trimestre de 1982.
Muchos analistas estiman que los tres
primeros meses del año fueron más benignos, pero Richard Fisher,
otro dirigente de la Fed, estimó el miércoles que el primer
trimestre fue ''tan malo o probablemente levemente peor que el
cuarto trimestre'' del 2008.
La tasa de desempleo alcanza ahora su
nivel de fines de 1983, y debería continuar subiendo hasta el 2010,
porque refleja con atraso la coyuntura. Ryan Sweet, economista de
Moody's Economy.com, estima que no se podrá ''evitar una tasa de
desempleo de dos cifras'', como de setiembre 1982 a junio 1983.
Pero desde hace tres semanas, varios
indicadores dan una luz de esperanza: las ventas minoristas
parecieron estabilizarse en enero y febrero, luego de seis meses en
baja, la producción industrial no parece poder caer más bajo, las
órdenes de bienes durables y las ventas de viviendas se recuperaron
después de meses de retroceso.
Según Bernanke, el fin de la recesión
debería producirse ''probablemente'' este año y ``la recuperación a
comienzos del año próximo''.
Prudente, Lacker calificó
recientemente de ''esperanza razonable'' la idea de que ``la
economía toque fondo en cierto momento este año y se reactive
gradualmente''.
Según el economista independiente
Joel Naroff, la recuperación podría producirse antes de lo que se
piensa, desde el segundo trimestre del 2009, ''pero el nivel de
actividad probablemente se mantenga débil durante cierto tiempo'',
indicó.