"Si Merkel pierde las elecciones en 2013 y las gana la
social-democracia alemana, es muy posible que los socialistas
repitan a nivel nacional la coalición que ya tienen en algunos
landers con los verdes. A esto habría que añadir el giro que ya
ha dado Francia con Hollande, que muy posiblemente se
consolidará en las elecciones legislativas del próximo junio.
Todo ello
permitiría dejar en
un segundo plano la famosa austeridad para entrar en políticas
de crecimiento.
Creo que en la Europa del sur, al margen de las ideologías de
cada uno, se está deseando que Merkel pierda las elecciones. Más
allá del cariño del Gobierno del PP, la opinión pública no
quiere que Merkel repita como canciller porque
hay un clamor que reclama
políticas de crecimiento.
La deuda pública española era muy controlable. Pero coger el
dinero público para taponar los desastres privados de los bancos
ha hecho que la situación se torne insostenible.
El dinero público que se va a
los bancos no fluye en forma de créditos para la gente, sino que
sirve para taponar los agujeros que condujeron a la quiebra.
Los culpables siguen cobrando su sueldo y disparando la
desigualdad social. Porque los
ejecutivos han aumentado sus sueldos y sus bonus, pese a la
ruina a la que han llevado a sus negocios. La sociedad
no puede mirar todo esto con ojos de cordero. Hay hechos
incontestables, que de ser así en toda su gravedad se podría
decir que
el
sistema está podrido. Y esto son palabras mayores.
Ahora el Estado del Bienestar
está desapareciendo para ser un Estado del mero `estar´, y creo
que dentro de poco será un Estado del Malestar, que es la
situación a las que nos conducen las políticas de austeridad.
Retornar a las políticas de crecimiento hará que podramos
recuperar la fe en el futuro.
Aceptar cierto endeudamiento e inflación no es negativo;
tradicionalmente se ha permitido para crear empleos y generar
igualdad social. La inversión pública creará puestos de trabajo
a través del endeudamiento. En
cambio, toda esta austeridad y recortes que cada viernes nos
anuncian implican sacrificios sociales sin perspectiva de
mejorar en un plazo previsible".
- Antonio Remiro Brotóns
es Catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones
Internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid. Fuente