Angela Merkel irá a la cumbre europea de Bruselas preparada para
pelear por el aumento de los controles fiscales y, según ha
insistido este miércoles, contra la colectivización de las deudas de
los socios de la Unión. En una declaración gubernamental ante el
pleno de la Cámara baja parlamentaria (Bundestag), la canciller
federal criticó las recientes propuestas de los líderes de la UE
para salir de la crisis asegurando que adolecen de “un claro
desequilibrio entre responsabilidad y control”.
Merkel ha dicho compartir “la noción de que la unión monetaria
necesita cuatro elementos para ser estable: la colaboración
integrada de los institutos financieros relevantes; una política
fiscal integrada; un marco para armonizar las políticas económicas y
de competitividad; la legitimación democrática de esa colaboración
reforzada de los Estados de la eurozona”.
Pero “con la misma claridad”, Merkel ha rechazado “decididamente”
las propuestas europeas de “dar prioridad a la puesta en común de la
deuda”. Según critica, “solo en segundo lugar se habla de
controles”. Merkel arrancó en este punto aplausos calurosos de las
bancadas del centroderecha que conforma su coalición de Gobierno
Merkel quiso preparar a los alemanes para “discusiones
controvertidas” en la cumbre que comienza el jueves en Bruselas: “No
me hago ilusiones” al respecto, dijo. Cree la canciller que “se
habla demasiado” de “todo tipo de ideas” para emitir deuda conjunta
europea o colectivizar las garantías, pero “demasiado poco” sobre la
necesidad de “controles comunes y de medidas estructurales”. Los
“eurobonos, eurobills o el fondo de amortización de la
deuda” propuestos en Europa como solución a la crisis son
“incompatibles con la Constitución alemana”, además de
“económicamente equivocados y contraproducentes”. Palabras
directamente opuestas a planteamientos centrales del reciente
informe enviado a los Gobiernos europeos por el presidente de la
Comisión, José Manuel Durão Barroso; el presidente del Consejo,
Herman van Rompuy, y el jefe del Banco Central Europeo (BCE), Mario
Draghi.
Por enésima vez, Merkel ha alertado contra “soluciones ilusorias
que niegan la realidad” de las reformas a su juicio necesarias en
los países afectados por la crisis de la deuda. De modo que lo
primero es hablar de controles “y posibilidades de tomar medidas”
contra los Gobiernos que no se atengan a las normas presupuestarias
y fiscales comunes.
Para salir de la crisis, Merkel espera un efecto positivo de la
aprobación del pacto fiscal europeo y del fondo permanente de
estabilidad. También se refirió al impuesto a las transacciones
financieras que le ha exigido la oposición para dar su apoyo
parlamentario al pacto. Para que pueda entrar en vigor esta tasa, es
necesario que la aprueben un mínimo de nuevo países europeos. Estos
gravarán las compraventas de productos financieros. El dinero que se
perciba servirá para aplicar programas contra el paro y para
promover el crecimiento económico.
En la tarde del miércoles, Merkel viajará a París para reunirse
con el presidente francés, François Hollande, con quien debatirá los
puntos clave de la cumbre europea del jueves. Cumbre que, según ha
vuelto a decir, “no solucionará la crisis de un golpe”, porque para
ello no hay “fórmula mágica”.