Pero los tiempos cambian y las
necesidades del mercado mandan. Así, aunque Toyota sigue
comercializando el 70% de este modelo con tracción total, la
tendencia observada en el resto de marcas avisa de que el espíritu
offroad puede durar poco tiempo en los SUV de pequeño
tamaño.
La
tracción a un solo eje es más ecológica, reduce
considerablemente el precio del coche y, en la mayoría de los casos,
tampoco supone una ventaja tan evidente.
Este ligerísimo facelift
sirve, entre otras cosas, para que la imagen urbana del RAV4, que no
se tocaba desde 2006, se vea reforzada para
combatir con los intocables Nissan
Qashqai y Ford Kuga, los líderes indiscutibles de un
segmento gobernado casi en solitario…
Nuevo diseño
Pero vamos antes de nada a lo
importante. El RAV4 actualizado
costará sólo 150 euros más que el anterior a igualdad de
motor y equipamiento, es decir, el
precio comienza en 23.300 euros con un motor de gasolina y
tracción delantera. A juzgar por los escasos cambios que ha sufrido
la carrocería y el interior, tampoco sería justo que Toyota pidiera
mucho más dinero de lo que ya venía haciendo.
La gama sigue siendo
únicamente de cinco puertas (la de tres desapareció en la
anterior generación) con dos carrocerías que afectan sólo a la parte
trasera: la versión Cross Sport
(que incluye un kit de reparación porque no
lleva rueda de repuesto ni barras en el techo) y
Standard (con barras superiores, rueda de repuesto y
carcasa protectora en el portón trasero).El cliente podrá elegir
indistintamente una u otra sin preocupaciones, ya que
ambas cuestan lo mismo.
Como ya hemos dicho más arriba,
las novedades no abundan
pero son suficientes para observar una apariencia más fresca y sobre
todo más robusta en este SUV. El cambio principal está
en la parte delantera, donde la parrilla cambia de forma y
además viene adornada con remates cromados tanto en el frente como
en la parte inicial del capó.
El paragolpes, que
cuenta con unos antinieblas retocados dentro de unas molduras más
grandes, ha crecido tres centímetros en profundidad alterando en
esta misma medida la longitud total del coche (que pasa a ser de
4,44 metros). Las ópticas
delanteras también son de nuevo diseño, así como la
colocación de los faros dentro de las mismas.
En el lateral, sin
embargo, no se podrán observar diferencias a menos que se equipen
opcionalmente las llantas de 18 pulgadas.
Y en el interior...
Tampoco en el interior abundan las
novedades. El RAV4 sigue siendo un
coche de mucha calidad en el que únicamente se han mejorado
las juntas entre los paneles para mejorar la sensación de calidad
visual y la resistencia al paso del tiempo.
La otra novedad destacable sólo será
visible para aquellos que elijan el acabado más alto (Executive) ya
que se incluye en éste una
tapicería mixta de cuero y Alcántara que hasta ahora no
podía equipar.
El
portón trasero de apertura lateral sigue siendo una de las
señas de identidad de este modelo, y con ese mismo propósito se ha
conservado para esta generación, con las ventajas e inconvenientes
que este sistema de apertura conlleva (por ejemplo, facilita labores
de carga pero no puede aprovecharse en cualquier plaza de garaje).
El RAV4 ofrece un volumen de carga
muy generoso (586 litros) ampliable cómodamente gracias a
unos tiradores en el propio maletero (hasta más de 1700).
La capacidad para ocupantes,
en cuanto a altura y espacio para las piernas, sigue siendo la
misma, conservando la ventaja de que la banqueta trasera se puede
tambier desplazar longitudinalmente algunos centímetros.
Motores
Los motores en la gama siguen siendo
un diesel 2.2 D4D 150 cv y
un gasolina VVT-i de 158 cv,
ambos disponibles con cambio manual de seis desarrollos o
automático.
En el caso de las
transmisiones automáticas,
se puede optar por un cambio tipo CVT (en el caso del gasolina) y
por un variador de par en el caso del diesel. Aunque ambos incluyen
un valioso control de descenso en pendientes, tienen la pega de que
sólo están disponibles con los acabados más altos de la
gama, con lo que el precio inicial de un RAV4 automático es de
32.600 euros, algo muy alejado del precio inicial.
Datos técnicos
Los motores no presentan cambios en
cuanto a consumo, emisiones o prestaciones. En el caso del más
ahorrador, el motor diesel combinado con tracción delantera homologa
un consumo mixto de 5,7 litros
a los cien y unas emisiones de 150 gramos de CO2 por kilómetro. La
diferencia con respecto al motor de
gasolina es considerable, por lo que a la larga puede ser
recomendable pagar la diferencia de casi 2.000 euros entre uno y
otro. El 2.0 de 158 cv consume, como mínimo, 7,4 litros de
combustible cada cien kilómetros.
En marcha
A pesar de que
el voladizo delantero ha crecido
tres centímetros, las cotas offroad del RAV4 se
mantienen como hasta ahora, es decir, siguen siendo más que
aceptables y mejores que las de muchos de sus competidores.
En este sentido, las cualidades
dinámicas tanto por cotas como por la capacidad de sus motores, el
RAV4 es uno de los vehículos más
preparados para circular sin problemas por zonas complicadas
de arena, barro y piedra, siempre y cuando los neumáticos
sean los adecuados, claro.
Hemos podido probar los dos motores
con cambio automático durante un recorrido que combinaba carretera y
pistas de arena algo complicadas, en igualdad de condiciones. Aunque
su consumo no es del todo elevado,
la verdad es que no hemos encontrado ninguna ventaja clara del motor
de gasolina con respecto al diesel, ni siquiera a nivel de ruido
percibido en el interior.
El motor diesel
responde con más soltura a cada pisotón del acelerador (se nota
fundamentalmente en carretera, tal vez porque el tipo de cambio
automático es determinante en este sentido) y además es más cómodo
fuera de pista por su buena respuesta en bajas revoluciones. En
nuestra toma de contacto no encontramos demasiado barro en nuestro
camino y más bien nos dedicamos a comprobar la
buena calidad de la suspensión
en zonas con piedras de importante calibre donde se circula
muy lentamente.
No hubo golpes en los bajos de la
carrocería, tan sólo algún pinchazo entre algunas unidades del grupo
que rápidamente fueron solventados. Durante los 300 kilómetros
aproximadamente que duró nuestro recorrido,
el RAV4 con motor de gasolina
consumió una media de 9,9 litros cada cien kilómetros. El diesel
pudo hacer lo mismo, al mismo ritmo, con casi dos litros menos de
gasoil.
Mecánicamente, agradecimos
el sistema activo del RAV4
(ofrecido de serie en todas las versiones 4x4) que analiza y
modifica varios parámetros de conducción, como el sistema de
tracción total, el control de estabilidad o la cantidad de
asistencia a la dirección. Así, puede repartir gracias a
un acoplamiento magnético la cantidad de par que reciben
las ruedas traseras cuando el eje delantero comienza a deslizar.
De la misma forma, se puede alterar
la asistencia que recibe el volante o la actuación del pedal de
aceleración. Lo que no varía, en este caso, es el reparto de
tracción con respecto a la generación anterior, que
puede caer al cien por cien sobre
el eje delantero hasta un máximo del 45% en el eje trasero.
Equipamiento
Los precios de la nueva gama van
desde los 23.300 hasta los 35.350 euros. Todos los RAV4 de
la gama, desde el equipamiento Active más básico incluyen de serie
siete airbags (uno de ellos es el de rodilla para el
conductor), reposacabezas activos, control de estabilidad y tracción
y asistente de arranque en pendiente.
Pagar los casi 3.000 euros de
diferencia por el equipamiento
Advance supone añadir climatizador, llantas de 17”, control
de crucero, luz y lluvia y conexión bluetooth. Como opción, aquí se
pueden añadir el techo solar eléctrico (900 euros) y el navegador
integrado (1275 euros).
Sólo en el
equipamiento Executive,
disponible a partir de los 29.700 euros, se podrá disfrutar de los
nuevos asientos de cuero y Alcántara, reglajes eléctricos y techo
eléctrico. En la lista de opcionales destacan las llantas de 18
pulgadas y el pack de navegación avanzado con disco duro de 10 gb
que incluye cámara de visión trasera y el sistema de entrada y
arranque inteligente (2.500 euros).
Conclusiones
Los objetivos de Toyota para esta
generación del RAV4, que no sufría cambio alguno desde 2006, pasan
por contribuir a una mejora global
de la marca y vender más de 5.000 unidades a lo largo de
2010. El RAV4 sigue siendo el mismo coche de calidad, con los mismos
motores y con una capacidad dinámica que puede justificar la
diferencia de precio con respecto a sus rivales.
Además,
su diseño ha sido ahora puesto a punto para plantar cara a
los líderes del segmento. La pega (por poner alguna) de este
facelift es que tanto las transmisiones automáticas como los
nuevos elementos de equipamiento sólo están disponibles para las
versiones más lujosas.
Además, si se pretende que a partir
de ahora las versiones de tracción delantera triunfen sobre las 4x4,
no le habría venido mal un retoque
en los consumos o un dispositivo de arranque y parada
automático del motor.