En un principio, se creía que
el hombre disparó unos petardos en el interior del avión, pero
posteriormente las autoridades confirmaron que el artefacto que
intentó activar era un dispositivo
incendiario, algo que se considera con menos potencia que
un explosivo.
El nigeriano, que fue reducido y puesto a disposición de la
justicia, sufrió quemaduras leves,
por las que ha sido tratado en un hospital. Algunos de los
278 pasajeros del vuelo
transatlántico también sufrieron heridas menores. El vuelo
pudo aterrizar con normalidad
en su destino, si bien el aparato fue desviado a una zona
remota del aeropuerto para ser inspeccionado.
El presidente estadounidense,
Barack Obama, que se encuentra de vacaciones en Hawai con
su familia, fue informado por teléfono del incidente, y pidió que se
extremen las precauciones en todos los vuelos, según dijo su
portavoz, Bill Burton.
De momento, las autoridades estadounidenses no han decidido
elevar la alerta terrorista, que está en el nivel naranja,
el segundo de cinco niveles. Sin embargo, el Departamento de
Seguridad Nacional emitió hoy un comunicado en el que advierte de
que los pasajeros aéreos pueden observar un incremento en las
medidas de seguridad para "mejorar la seguridad en los vuelos
domésticos e internacionales".
Por su parte, la portavoz del FBI, Sandra Berchtold, confirmó que la
agencia había iniciado una investigación. El protagonista del
incidente es un hombre de 23 años
llamado Abdul Farouk Abdulmutallab, quien según las cadenas
ABC News y NBC News estudió ingeniería en el
University College
London.
Eludió todos los
controles
Aunque el nombre del nigeriano no está incluido en el listado de la
Agencia de Seguridad del Transporte que no pueden viajar, su nombre
sí aparece en la lista del Gobierno estadounidense de
sospechosos de
terrorismo.
El propio Abdulmutallab ha reconocido
a los investigadores federales que mantiene vínculos con Al Qaeda y
que viajó a Yemen para hacerse con el artefacto incendiario y con
las instrucciones para activarlo, afirmación que todavía debe ser
confirmada. Según las autoridades, el hombre
logró pasar los controles al llevar adherido a sus piernas,
con una cinta adhesiva, parte del material que iba a utilizar para
activar el artefacto.
Ya en el avión, utilizó una
jeringuilla para mezclar los productos químicos que
portaba. No obstante, no pudo concluir el proceso porque algunos
pasajeros advirtieron el olor a quemado en el interior del aparato,
se abalanzaron sobre el nigeriano y consiguieron reducirlo.
Las autoridades antiterroristas
holandesas aseguraron tras una primer investigación que el supuesto
terrorista que intentó hacer estallar el avión procedente de
Amsterdam pasó los controles
habituales.
Antes de embarcar en Amsterdam en el vuelo que le llevaría a
Detroit, el hombre atravesó sin
despertar sospechas los controles de seguridad
reglamentarios, según indicó a la agencia holandesa ANP un portavoz
del organismo nacional de lucha contra el terrorismo. Sin embargo,
los controles no impidieron que el individuo subiese a bordo
material explosivo.
"Incluso aunque los controles se hubiesen efectuado de manera
correcta, no podemos descartar que subiese al
avión objetos potencialmente peligrosos", reconoció el
portavoz.