Toledo es una de las ciudades medievales mejor conservadas y prestigiosas de Europa. Así pues, cuenta con muchos siglos de historia y, además, es considerada la cuna de la cultura.
Esto se debe a que antiguamente convivieron en la ciudad cristianos, musulmanes y judíos respetando sus costumbres y tradiciones entre ellos. Por esa razón, Toledo es considerada la Ciudad de las Tres Culturas.
Por ello, muchos turistas nacionales e internacionales se dejan caer cada año por esta ciudad manchega, pues hay mucho que visitar y conocer de su pasado.
Uno de los lugares más imprescindibles de Toledo es su Catedral. Según se conoce, esta fue construida entre 1226 y 1493 y sus rasgos más característicos son su torre de 92 metros de altura, su fachada más antigua, la Puerta del Reloj, y la puerta más famosa, la de los leones.
Hoy en día, uno de sus lugares más virales y donde todo aquel que visita la ciudad se fotografía para compartir el momento por las redes sociales es el Mirador del Valle.
Desde este mirador se puede admirar la fortaleza y la elegancia de Toledo. Acompañada por el río Tajo, es una de las ciudades más señoriales de España y con más años de historia.
Además, cada vez son más las personas que aconsejan subir caminando hasta la Piedra del Rey Moro para conseguir una imagen panorámica de la ciudad y sus alrededores.

En plena ciudad se pueden disfrutar de muchas actividades de ocio tanto culturales como de simple entretenimiento. Desde diversidad deportiva, exposiciones de pinturas y arte, hasta música y rutas turísticas.
Incluso con el auge de los juegos de casino que se pueden encontrar en la red, y que cada vez son más demandados, la ciudad de Toledo no da por cerrado su casino. El lugar cuenta con todo el entretenimiento típico: póker, slots y tragamonedas donde los usuarios disfrutan de un afortunado tiempo de entretenimiento.
Por otra parte, y volviendo a hacer referencia a arquitecturas históricas, si nos centramos en la cultura judía destaca la Sinagoga de Santa María la Blanca. Edificio construido en 1180 adornado por pilares octogonales, arcos de herradura y paredes completamente blancas.
Lo curioso y más destacable de este edificio es que ha servido como modelo para construir otras sinagogas en otras zonas de Europa, incluso del mundo.
Años más tarde, en pleno auge de los Reyes Católicos, se construyó en 1476 el Monasterio de San Juan de los Reyes. A día de hoy, es uno de los lugares más recomendados y bonitos que visitar en Toledo.
Esta escultura de dos plantas es de estilo isabelino impresiona por sus innumerables esculturas y elementos decorativos que se encuentran en su interior en cada rincón.
Sin embargo, uno de los puentes más conocidos y que cruzan el río Tajo para comunicar a la ciudad con el exterior es el Puente de Alcántara. Este antiguo puente de estilo romano y de 200 metros de largo fue construido entre los años 103 y 104.
Otro de los puentes también más emblemáticos es el de San Martín. Este también cruza el Tajo y fue construido en el otro extremo de Toledo durante la Edad Media.
Pero, no te puedes ir de Toledo sin visitar el Alcázar. Una fortaleza de estilo medieval situada en la zona más alta de la ciudad y, por tanto, es visible desde cualquier punto de Toledo.
Este edificio de planta rectangular tiene sus orígenes en la época romana. No obstante, fue en 1525 cuando el rey Carlos I restauró el lugar y creó la fortaleza para su corte.
Y, finalmente, no puedes marcharte sin pisar su plaza con más vida en la actualidad, la plaza Zocodover. Reconocida como el centro neurálgico y la plaza mayor de la ciudad durante muchos siglos, es uno de los lugares con más ambiente de la ciudad.
Su nombre procede del árabe y es uno de los puntos centrales de Toledo. A la plaza se puede acceder por varios accesos, entre ellos, el Arco de la Sangre es el más característico.
Así pues, estos y otros muchos lugares hacen de Toledo una ciudad maravillosa y recomendable para todos los gustos, en especial culturales para disfrutar de unos días llenos de historia.