Llevar a cabo una buena higiene bucodental es fundamental para conservar unos dientes sanos y evitar, dentro de lo posible, un problema en la boca, el cual casi siempre es muy doloroso.
La mayoría de los procesos con el fin de tener una boca limpia los podemos llevar a cabo en casa, pero para otros es mejor ir a una clínica dental en Móstoles o la que tengamos más cerca de nuestro hogar.
Limpieza dental en el dentista
Todos conocemos la importancia de lavarnos los dientes, pero a pesar de que lo hagamos a diario, hay zonas a las que no vamos a llegar y en las que el sarro se termina acumulando, de ahí la importancia de ir a una clínica dental, como comentábamos antes.
Al menos una vez al año, quizá dos si hemos padecido alguna enfermedad periodontal, conviene ir al dentista con el fin de que nos hagan una limpieza dental en profundidad, desincrustando el sarro acumulado.
Es muy económica y con ella se puede frenar la gingivitis, además de quitar las manchas dentales en su estado inicial, que aparecen si somos fumadores, bebedores de té o si tomamos café con cierta frecuencia.
Un cepillo eléctrico limpiará mejor que uno manual
Cepillarse los dientes varias veces al día es lo mejor que podemos hacer para prevenir las enfermedades de la boca, y aquí los cepillos eléctricos ayudan mucho, pues limpian a altas revoluciones e incluso nos indican cuánto tiempo debe durar el cepillado.
Además, con ellos es más sencillo llegar a algunos rincones y limpiarlos sin esfuerzo, junto a la ayuda de un buen dentífrico, que es el gran olvidado cuando nos lavamos los dientes en el cual no hay que escatimar, pues un tubo durará mucho tiempo.
Hay que adquirir todos los accesorios de higiene dental que podamos
Nuestra boca tiene una gran cantidad de recovecos, de manera que aunque usemos el mejor cepillo del mercado, no vamos a llegar a todos.
Para ello, es una buena idea adquirir otros accesorios, por ejemplo la típica seda dental o los cepillos interproximales, los cuales permiten limpiar esos pequeños huecos que quedan entre los dientes.
Si tenemos espacio en el baño, tampoco sería mala idea contar con un irrigador dental, que utiliza la fuerza del agua con el fin de completar una limpieza de la boca perfecta y en profundidad.
Es importante cuidar la alimentación
Existe un dicho que dice que somos lo que comemos y en el caso de la dentadura, los dentistas pueden saber cómo es nuestra dieta mirando nuestros dientes.
De esta manera, conviene evitar todos aquellos productos con altos contenidos en azúcar, que solo perjudican nuestra salud y favorecen la aparición de las caries.
A su vez, a la hora de conservar unos dientes blancos es importante eliminar algunas bebidas que los tiñen, como el café, el vino tinto o el té, los cuales están desaconsejados por los profesionales a los pacientes que se están haciendo un blanqueamiento dental.