El plan del proyecto
Mars One es el siguiente: en 2016 se enviará un
satélite de comunicaciones
para hacer una primera aproximación al terreno. Dos años después, un
robot enviado al planeta
analizará la mejor localización para establecer el campamento base.
En 2020 se enviarán todos los compomentes para
construir los edificios que albergarán a las personas.
Asimismo, se enviarán robots, que serán los encargados de
montar las infraestructuras.
Así, quedará todo listo para que,
en 2022, partan hacia el planeta los primeros hombres,
cuando el asentamiento esté ya plenamente operativo y habitable.
En abril de 2023, los hombres llegarán a Marte. Y lo harán
siete años antes de lo que tiene
previsto la NASA, cuya esperanza está puesta en el envío de
personas en 2030. Así, la empresa holandesa fundada por Landsdorp
tiene pensado que, tras la primera 'colonización', cada dos años
viajen nuevas tripulaciones
que acaben estableciendo un asentamiento en Marte para siempre.
Un viaje de siete meses y una vida en 50
metros cuadrados
El viaje a Marte durará siete meses, y no será nada fácil. Los
primeros cuatro hombres tendrán que
cohabitar en un espacio minúsculo, no podrán ducharse y
tendrán que comer comida envasada. Sólo podrán usar
toallitas húmedas, como
los astronautas de la Estación Espacial Internacional.
Constantemente estarán oyendo el
ruido de los ventiladores de la nave, y deberán hacer tres
horas de ejecicio al día para mantener su musculatura a tono.
En plena época de máxima actividad del Sol, no será extraño que
los viajeros se vean inmersos en una
tormenta solar. Para
protegerse, tendrán que refugiarse en el búnker preparado
espeíficamente para ello dentro de la nave. Muchas dificultades,
pero todo merecerá la pena por
alcanzar su sueño: vivir en Marte.
Cuando lleguen a la superficie marciana, tendrán ya preparadas
sus casitas: unos espacios de componentes inflables de
50 metros cuadrados por persona
en el que tendrán dormitorio, área de trabajo, cuarto de baño con
ducha, sala de estar y una 'unidad
de producción de plantas' donde cosecharán sus propios
alimentos. Si quieren salir al exterior tendrán que usar los trajes
especiales, pero las unidades están conectadas entre sí, de manera
que podrán moverse libremente.
Las
cámaras instaladas en todos los espacios
retransmitirán en directo la vida
en Marte, y se podrá ver desde la Tierra. El año que viene,
en 2013, será cuando empiece la selección de candidatos. Mars One ha
asegurado que cualquiera puede solicitar formar parte del plan,
"cualquiera que sienta que está preparado para el cambio".
Hay en total 40 plazas para los futuros astronautas.
El equipo lleva trabajando en el
proyecto desde principios de 2011. El año que viene,
construirán en el desierto las infraestructuras similares a las que
están proyectas para la superficie marciana, de manera que aquellos
que vayan a empreder el viaje puedan entrenar.