Con el fin de depurar el organismo de los venenos que se van acumulando en él, es importante realizar de cuando en cuando una cura de este cítrico. Este tratamiento no sirve solamente para limpiar nuestra sangre y organismo, sino que también puede usarse en cualquier padecimiento y especialmente en las enfermedades febriles, contagiosas y epidémicas como tuberculosis, sarampión, fiebre en general, tifus, sífilis, etc. Como neutralizante del ácido úrico es indispensable en el reumatismo, gota y artritis. Para el asma y la bronquitis es altamente recomendado. Para combatir la gripe, además de tomar el jugo puro de limón, se hierve una cebolla mediana y dos o tres dientes de ajo, se endulza con miel y se toma caliente al acostarse.

¿Cómo hacer la cura de limón?

Se comienza tomando el jugo de un limón (puro, sin nada de azúcar ni agua) el primer día y se va aumentando uno por día hasta llegar a diez, es decir, al décimo día se debe tomar el jugo de diez limones. Luego se baja gradualmente hasta llegar nuevamente a uno, esto quiere decir que en el undécimo día se toman nueve, en el duodécimo ocho y así, sucesivamente hasta llegar el vigésimo día con uno.

Es posible que cuando se realiza una cura de limón, ésta provoque ciertas erupciones en la piel parecidas a la urticaria. Esto no quiere decir que el limón esté haciendo mal, sino más bien es una señal de que está purificando la sangre, eliminando las sustancias malsanas. La mejor manera de tomar limón mientras esta cura se realiza, es succionarlo con una pajilla o popote; de esta forma se evitan las sensaciones desagradables que puedan sentir ciertas personas en los dientes.

 Siempre es bueno saber nuevos remedios naturales y cuando del limón se trata, no dudemos nunca en utilizarlo... los beneficios son mas de los que uno espera.

Fuente

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