BUENOS AIRES, 27 de febrero.- Uno de los principales debates
legislativos de este año en Argentina será la despenalización de las
drogas para consumo personal, según una iniciativa impulsada por el
ex jefe de Gabinete y hoy senador oficialista Aníbal Fernández.
El ex funcionario es el rostro visible de una campaña respaldada
por el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que
apunta a dirigir los esfuerzos del combate a las drogas contra las
grandes mafias, en vez de reprimir a los consumidores individuales.
"Vamos a tener ley", ha prometido una y otra vez el senador
Fernández al explicar que no son 'promotores del consumo de drogas,
pero es una realidad que está, que es inevitable; y no es verdad que
si no hubiese tráfico no habría consumo'.
Consumo a la alza
De acuerdo con el Observatorio Argentino de Drogas, el consumo de
estupefacientes en el país aumentó de manera significativa en los
últimos siete años y se sumó a la compleja transformación del mapa
del narcotráfico en este país.
Datos del organismo indicaron que en 2004 el 7.8 por ciento de la
población argentina consumía sustancias ilícitas, pero para 2010
esta cifra aumentó a 10.8 y registra una tendencia al alza.
La mariguana, por ejemplo, pasó de ser consumida por 7.4 por
ciento de la población a 9.3 por ciento entre 2004 y 2010, mientras
que la cocaína creció de 2.4 a 3.0 por ciento y el éxtasis de 0.3 a
0.7 por
ciento en el mismo periodo.
Una investigación del Instituto Superior de Ciencias de la Salud
reveló que en la última década el número de adolescentes
consumidores de drogas, en su mayoría marihuana, pasó de 8.9 por
ciento a 14.6.
El organismo destacó su preocupación por la tolerancia social que
hay en torno a la marihuana, cuyo consumo personal se despenalizó en
2010 luego de una fuerte polémica, ya que se probó que es una de las
drogas con mayor demanda en este país.
La tendencia creciente en el consumo de estupefacientes fue
ratificada por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y
el Delito, que advirtió en un informe que la producción de las
llamadas 'drogas de diseño' se trasladó al sur del Continente.
Por eso, precisó, la incidencia del uso de metanfetaminas,
éxtasis y anfetaminas creció en conjunto de 0.2 a 2.2 por ciento de
la población en los últimos años, lo que convirtió a Argentina en el
segundo país con mayor uso de este tipo de estimulantes en el mundo.
La cocaína predomina aún más, ya que Argentina tiene la tasa más
alta de consumo de esta droga en Sudamérica, mientras que en la
pasta base ocupa el segundo lugar, después de Chile.