No os digo más, al parecer Christian
tiene un mandoble que si se lo dan
al Cid Campeador se pone a reconquistar hacia el sur y se
cae al mar por el cabo de Buena Esperanza. O sea, que a él no se le
monta el efecto tienda de campaña, sino el efecto carpa del Gran
Circo Mundial.
Ariadna ya se había fijado, pero es que
Sindia se lo encontró meando
(recordemos que el baño no tiene pestillo) y salió de allí blanca
como si la hubiera mirado a la cara una anaconda furibunda.
“Creo que toda la altura se le
fue allí abajo“, les dijo a sus compañeras, que no dejaban
de dar saltitos de emoción y de hacer aspavientos como si entre las
piernas tuviera el muchacho un peluche de Hello Kitty.
Y claro, ahora todas le ven con nuevos ojos. Bueno, no, porque
ahora no le miran a la cara.
A los chicos os lo explicaré con una parábola: ¿sabéis cuando
habláis con una chica de
prominentes glándulas mamarias y os duelen los músculos de
la cara de forzar los ojos para mirarla a la cara? Pues eso.
Y después de haber dedicado seis
párrafos al pene de otro hombre, os cuento otras cosas… del
mismo hombre. Resulta que sólo hoy se le ha podido ver fregando los
platos, pasando el mocho y haciéndose la cama. Vaya mierda de
machista, ya no los hacen como los de antes.
María y Hugo han pernoctado en actitud indecente. O sea, que han
dormido juntos (por la clausura del dormitorio de los chicos) y
se han dado al amase pero bien.
Si en lugar del culo de María en esa cama metes harina y agua, Hugo
podía haber hecho pan de hogaza para un mes.
Y claro, después de un par de sesiones de magreo,
Michael anda como un mono con el
culo escocido, cabreado porque él también quería hacerse
callos en las manos a base de agarrar los jamones de la jerezana.
Y claro, ha salido por peteneras, diciendo que Hugo
no debería hacer esas cosas teniendo novia fuera. A lo que
Hugo ha respondido (no han conversado, pero ambos han pasado por el
confe) que si quiere disfrutar GH debe olvidarse de lo que pensarán
fuera. Pues de Gran Hermano no sé si disfrutará, pero de María la
Arrazopordondepazo sí que disfruta, el jodío.
Eso sí, luego va y dice que María
le intentó besar y que él quitó la
boca. Con dos cojones. Si no hay beso no hay sentimiento y
si no hay sentimiento no son cuernos. Claaaaaaro. Y luego va y dice
que su novia “puede enfadarse y hacer un parón en nuestra relación”.
Claro, es lo que va a hacer la chica, un parón. Un parón eterno.
Por otro lado os diré que Noemí
es en estos momentos la apestada de la casa. Es muy posible
que la obliguen a ir por la vivienda con un bastón y una campanilla.
Todas las chicas la aprecian como a un cagarro en el zapato y le
hacen un vacío que ni el jamón loncheado.
Y claro, Noemí, que además de un Alessandro tiene un corazoncito,
está pasándolas canutas,
intentando integrarse, que solo le falta fumar para parecer más
mayor.
Marta, la muchacha que lleva un
foco de bacterias en la mano, parece ser la única excepción
y charla amigablemente con Noe, aunque no duda en colaborar a su
despelleje cuando hay ocasión.
Para los amantes de Juan,
amantes en el sentido espiritual del término, claro, os
diré que él duerme con 8A, sí, en la misma cama. Si Torquemada
viviera habría hecho arder Guadalix hasta los cimientos, pero como
no vive y se estará pudriendo en el infierno, pues no pasa nada.