Arantxa Sánchez Vicario, que este pasado fin de semana debutó con
derrota como capitana del equipo español de Copa Federación, revela
en su libro "Arantxa ¡Vamos! Memorias de una lucha, una vida y una
mujer" que sus padres le dejaron en la ruina.
"Me han dejado sin nada, estoy endeudada con Hacienda y mis
propiedades son muy inferiores a las que tiene por ejemplo mi
hermano Javier, que a lo largo de su vida ha ganado mucho menos que
yo. ¿Puedo aceptar este abuso y quedarme callada? No voy a hacerlo",
asegura la extenista en su biografía, según los extractos publicados
por El Mundo, que edita la obra a través de La Esfera.
"Me encuentro sin recursos"
Arantxa explica que "mi madre decidía sobre mi pelo, mi ropa...
Cuando me compraba algo por mi cuenta, rara vez le gustaba". Sobre
su padre, revela: " Ha hecho las inversiones que ha considerado
oportunas y ha administrado la totalidad de mis ganancias.
Mensualmente se me otorgaba una cantidad de la que yo le daba cuenta
puntual y en ningún momento me preocupé de preguntarle. Nunca dudé
de la forma en la que mi padre gestionaba mi dinero. Hoy me
encuentro sin recursos".
Sánchez Vicario estima que durante los 17 años de carrera ganó
"45 millones de euros" cifra de la que no disfrutó. "El
comportamiento de mis padres me ha hecho sufrir mucho. En los
últimos meses he vivido situaciones tan duras que todavía hay
momentos en los que pienso que es una pesadilla. Lo cierto es que la
relación con mi familia no existe. ¿Cómo es posible que todo lo
conseguido haya desaparecido, no exista? (...) Soy la víctima y la
engañada".
La tres veces ganadora del Roland Garros (1989-1994-1998) tiene
actualmente problemas fiscales por haber fijado su residencia de
1989 a 1993 en Andorra.