Encontrar a la persona óptima para un papel. Encajar dos piezas:
el artista y el personaje. Ése es el trabajo de
Yves Sheriff, uno de los
responsables de casting del Cirque Du Soleil, que está en
Madrid buscando nuevos talentos para cualquiera de los 25
espectáculos que la compañía canadiense tiene por todo el mundo.
En las oficinas centrales del Cirque du Soleil, en Montreal
(Canadá), se reciben más de mil
vídeos cada mes, con los que artistas de todo tipo y
condición intentan demostrar sus habilidades y conseguir un contrato
con la compañía. "Todas las propuestas se analizan y los artistas
que resultan interesantes son
invitados a participar en audiciones que se hacen alrededor
del mundo", explica Sheriff, uno de los doce buscatalentos que la
compañía tiene permanentemente viajando por todo el planeta.
Hace tres años ya estuvieron en Barcelona y ahora han regresado a
nuestro país porque desde aquí "se
han recibido propuestas muy interesantes". La pista del
mítico Teatro Circo Price ha sido el lugar elegido para que el
cazatalentos examine a los aspirantes a artistas de nuestro país.
Sin embargo, el Cirque du Soleil no busca gente para un futuro
espectáculo. Cada noche en todo el planeta,
cerca de 1.200 artistas salen a escena en los 25 espectáculos de la
compañía. Entre tanta gente siempre hay algún lesionado,
alguien a quien se le acaba el contrato, alguna artista que se queda
embarazada... y hay que buscar reemplazos para todos ellos.
Pero no es fácil. "Buscamos artistas con un talento que se ajuste
al perfil de artista que hace la marca del Cirque du Soleil",
explica el responsable de la audiciones. Encontrar una persona
adecuada para el Cirque du Soleil puede ser complicado, por la
cantidad de cualidades que un
personaje o un papel en concreto puede requerir. Hay dos
"familias" o dos disciplinas muy diferenciadas, la acrobática y la
artística.
Los acróbatas
"En el caso de la rama acrobática es complicado encontrar
artistas, porque el nivel del Cirque du Soleil es tan alto que en
algunas disciplinas hemos agotado las reservas de todo el mundo",
explica Ives Sheriff. Para localizar nuevos talentos en esta
disciplina los cazatalentos de la compañía establecen relaciones
profesionales alrededor de todo el mundo, con escuelas y entidades
del ramo. "Captamos atletas que han acabado su trayectoria olímpica,
por ejemplo, y les preguntamos si
quieren cambiar su vida de atleta por la vida de artista",
hace ver Sheriff.
Esos atletas seleccionados van a Montreal, a la sede del Cirque
du Soleil y allí se someten a una
formación de 3 a 4 meses. Los que la superan pasan a formar
parte de alguno de los espectáculos en marcha: pueden ser destinados
a cualquier lugar del mundo donde esté el montaje para el que han
sido seleccionados.
"También tenemos laboratorios de entrenamiento en países como
Ucrania, Rusia, EE UU y Canadá, donde se
enseñan disciplinas que ya no
existen fuera del Cirque du Soleil", revela el responsable
de casting.
Los artistas
En el aspecto artístico la cosa se complica. Determinar quién
tiene talento es más subjetivo y requiere un proceso más reposado y
mucha paciencia. "Ha habido casos en los que justo después de acabar
la audición hemos firmado un contrato con el artista y hay casos que
pueden tardar tres meses, tres años… incluso
una clown comenzó a
trabajar con nosotros siete años después de hacer su
audición".
Y es que una de las principales atribuciones de Ives Sheriff es
la de "encontrar el mejor talento y
guardarlo en un banco de artistas". Así, cuando desde un
espectáculo requieren un determinado perfil, "presentamos los cuatro
o cinco mejores al director artístico y elegimos", explica Sheriff.
"También encontramos perfiles de artistas que no existen en
nuestros espectáculos, pero que nos parecen interesantes, por lo que
los guardamos. Tenemos más de
125.000 fichas y la base de datos siempre está en movimiento,
en evolución". Si no se pasa un casting no está todo perdido:
"Guardamos incluso el material de gente que no pasa las audiciones,
porque dentro de tres años podría encajar en algún espectáculo
nuevo", hace ver el cazatalentos del Cirque du Soleil.
Los requisitos
"Desde el punto de vista artístico, me fijo en tres cosas",
asegura Ives Sheriff, que observa a los aspirantes sentado en el
suelo, descalzo, tomando notas a cada minuto. "En primer lugar,
la presencia. Es una cosa con la que se nace, hay personas
que captan la luz", asegura. Después está "la
proyección. La mayoría de los aspirantes no están
acostumbrados a actuar delante de 2.500 personas y es necesario
tenerla". Y por último, la
precisión. "Esto lo comparten los artistas y los atletas:
deben ser muy precisos. Tienen que tener una mecánica interior
impecable, ya sean actores, clown, músicos, cantantes…", revela
Sheriff.
¿Parece una cosa sencilla? Puede complicarse. Imaginen, por
ejemplo, cuántas parejas de gemelas habrá en el mundo en las que las
dos sean buenas actrices, altas,
gordas, de una determinada edad y muy guapas. Además,
deberán estar dispuestas y disponibles para viajar por todo el
mundo. Ese es uno de los perfiles de un espectáculo real del Cirque
du Soleil. ¿Y un enano culturista y buen actor? También es un papel
que existe en la compañía.
Encontrar a la persona perfecta no es sólo cuadrar un artista con
un personaje, además, debe encajar con los que serán sus compañeros.
"Cada espectáculo del Cirque du Soleil
forma una familia de circo
y yo intento que el artista que vaya a ir a una familia, encaje.
Nadie entra al Cirque du Soleil, a la compañía en general, sino a un
espectáculo y cada uno es diferente", explica Sheriff.
Dirigir una audición no es fácil. Sí, se encuentran talentos y se
catapulta a buenos artistas a la élite del espectáculo, pero
también hay que decir que no.
Aunque siempre hay esperanza para los aspirantes que no son
seleccionados. "Si tu defiendes bien tu arte, si siempre has querido
hacer eso, vas a evolucionar. Quizá en este momento no seas el más
adecuado, pero un actor es como un buen vino: si la base es sólida,
madurará y llegará un momento óptimo para él".