Ingenieros de la Universidad de Stanford han desarrollado una
innovadora tableta con pantalla táctil pensada especialmente para
ciegos y disminuidos visuales, ya que utiliza el sistema Braille y
simplifica el proceso de escritura y manejo de información digital
para este sector de la población. Asimismo, la nueva tecnología
tiene un costo diez veces menor, en comparación a otros dispositivos
similares.
Una investigación desarrollada en la
Escuela de
Ingeniería de Stanford, en Estados Unidos, ha permitido crear un
dispositivo electrónico para invidentes de amplias aplicaciones e
importantes ventajas. Se trata de una tableta con pantalla táctil
que, empleando el sistema Braille, permite optimizar la escritura y
la gestión de datos en este tipo de dispositivos, lo que constituye
un gran aporte para ciegos y personas con discapacidades visuales.
Además, la tableta creada resulta ostensiblemente más económica que
otras alternativas.
La nueva tecnología surgió en el marco de un encuentro de
estudiantes universitarios del
Army High-Performance Computing Research Center (AHPCRC). En esa
ocasión, el estudiante de la
New Mexico State
University, Adam Duran, que se encontraba en un curso de
perfeccionamiento de la Universidad de Stanford, desarrolló la
tecnología con el apoyo de dos especialistas de Stanford, Adrian Lew
y Sohan Dharmaraja.
Al principio, la intención de los ingenieros fue la de crear una
aplicación de reconocimiento de caracteres a través de una cámara,
para utilizarla en dispositivo móviles, como teléfonos o tabletas,
trabajando sobre información en Braille. Sin embargo, el proyecto
evolucionó y tomó mayor importancia.
El proyecto ha sido difundido a través de una
nota de prensa de la Escuela de Ingeniería de Stanford, y a
través de varios medios especializados, como
Science Daily. Según señalan Lew y Dharmaraja, el nuevo
dispositivo avanza en un área tecnológicamente muy útil, pero que
presenta distintas limitaciones en cuanto a su aplicación práctica.
Aplicación real y mayores funcionalidades
Por ejemplo, un lector de caracteres Braille sería de gran ayuda
para los invidentes, pero el equipo de ingenieros se enfrentó a
diversos inconvenientes logísticos, como la orientación de las
personas con discapacidad visual hacia los equipos para conseguir su
reconocimiento o la obtención de condiciones adecuadas de
iluminación para el funcionamiento de los dispositivos.
De esta forma, y tras encarar la cuestión desde diferentes
ángulos, los especialistas concluyeron que la mejor opción no era
desarrollar un lector sino un dispositivo de escritura. La decisión
no tuvo que ver solamente con aspectos tecnológicos, sino también
con las mayores posibilidades de aplicación y funcionalidad de un
equipo de este tipo.
Solamente pensando un momento en las necesidades de un invidente
es posible advertir la importancia de este desarrollo. Dos
cuestiones cotidianas ilustrarían la cuestión: ¿cómo puede una
persona ciega tomar apuntes en una clase universitaria?. ¿De qué
forma puede copiar un número telefónico de trascendencia si se
encuentra en la calle?
Actualmente existen dispositivos orientados a la escritura
Braille, por ejemplo para el envío de correos electrónicos u
ordenadores portátiles especializados. Sin embargo, su valor los
pone al alcance de muy pocas manos, ya que llegan a costar 6.000
dólares o más. Asimismo, son dispositivos de funcionalidad limitada,
ya que solamente sirven para escribir en Braille.
Más económico y operativo
Según los ingenieros de Stanford, la tableta desarrollada por
Duran con el apoyo de Lew y Dharmaraja podría alcanzar un valor diez
veces menor, o sea en torno a los 600 dólares. Además, la innovación
integra tres aplicaciones: una máquina de escribir Braille, una
tableta con todas las funciones existentes en el mercado y una
pantalla táctil para las personas invidentes.
Por otro lado, los expertos lograron superar el problema del
reconocimiento por parte de los usuarios con discapacidad visual de
las teclas de acceso al sistema en una pantalla plana y sin ningún
tipo de relieves, haciendo que el propio dispositivo reconozca a la
persona a través de una solución simple e inteligente, empleando las
puntas de los dedos.
Más
allá de la importante diferencia en cuanto a costos, las nuevas
pantallas táctiles ofrecen al menos una ventaja significativa sobre
otros escritores de Braille: son adaptables, lo que permite
configurar el dispositivo para usuarios con dedos de distintas
dimensiones o para aquellos que escriben con los dedos juntos o
separados, entre otras opciones.
Todavía existen distintos obstáculos técnicos y legales para
hacer frente hasta poder comercializar y difundir en forma masiva el
nuevo dispositivo, pero es muy probable que en un futuro cercano
muchos ciegos y disminuidos visuales puedan contar con una máquina
de escribir Braille más rentable, absolutamente portátil y con mayor
funcionalidad que cualquier otro dispositivo desarrollado hasta hoy.