El jefe del Estado Mayor del Ejército turco, Isik Kosaner, ha
dimitido por sus desavenencias con el Gobierno del islamista
moderado Recep Tayip Erdogan, según ha informado la cadena de
televisión CNN Turk.
La dimisión de Kosaner se produce a dos días de la celebración de
la reunión del Consejo Supremo Militar (YAS), en el que se prevé que
se decidan las promociones de los oficiales del Ejército. Los
generales dimisionarios han presentado su carta de renuncia al
primer ministro y han solicitado su paso a la jubilación.
A la renuncia de Kosaner se ha unido la de los jefes de los
Ejércitos de Tierra, Erdal Ceylanoglu, Mar, Esref Ugur Yigit, y
Aire, Hasan Aksay. Los cuatro alcanzaron sus puestos hace un año y
les quedaba al menos otro de servicio. La desbandada descoloca de
arriba a abajo al segundo mayor Ejército de la OTAN. En
declaraciones recogidas por la agencia turca, Kosaner ha argumentado
que ha dimitido por "verlo necesario".
El Gobierno, según ha publicado la prensa turca recientemente,
quiere que 17 altos cargos del Ejército imputados en una supuesta
trama golpista pasen a la reserva en lugar de ser promocionados. El
22 de febrero de 2010, una macroredada se saldó con la detención de
medio centenar de militares por diseñar en 2003, tras la llegada al
poder de Erdogan, una sangrienta campaña de desestabilización bajo
el título de Operación Mazo.
La dimisión del jefe del Estado Mayor ha sorprendido en Turquía,
debido a que se produce tras varios días de intensas reuniones entre
el presidente del país, Abdullah Gül, Erdogan y la cúpula del
Ejército, celebradas a puerta cerrada.
El choque entre militares e islamistas se enmarca en el duro
pulso que libran desde hace ocho años. El Gobierno de Erdogan ha
abierto la vía del reformismo y el acercamiento a la Unión Europea
para desmantelar el rígido sistema kemalista heredado de la guerra
fría, plasmado en la Constitución surgida del golpe militar de 1980.