En su resolución, los nueve
magistrados del tribunal votaron por cinco votos a favor y cuatro en
contra, por extender a todo el país
el derecho a llevar armas como una garantía fundamental,
declarando así inconstitucional una prohibición para armas cortas
implantada por Chicago y Oak Park (estado de Illinois) hace 28 años.
No obstante, el Tribunal Supremo no
anuló formalmente la ley, una de las más estrictas en todo
el país, porque ordenó a una corte federal de apelaciones que revise
su decisión anterior.
Pese a ello, caben pocas dudas de que la ley
sea finalmente derogada por decisión judicial.
Por todo el país
El juez Samuel Alito, que redactó el auto en nombre de la mayoría,
afirmó que la Segunda Enmienda se aplica tanto al Gobierno federal
como a los estados.
La decisión fue dividida, ya que cinco magistrados considerados
conservadores moderados votaron a favor de extender el derecho a
llevar armas y los otros cuatro, liberales, opinan que cabe poder
restringirlo.
Los nueve magistrados del Supremo tuvieron que analizar la Segunda
Enmienda de la Constitución, que establece que "siendo necesaria una
milicia bien regulada para la seguridad de un Estado libre, no se
violará el derecho del pueblo
a poseer y portar
armas".
Partidarios del control de armas
Los partidarios de controlar el uso de las armas argumentan que la
enmienda fue establecida para asegurar que los estados pudieran
mantener milicias o cuerpos de seguridad, en respuesta
al temor y recelo que abrigaban en el siglo XVIII de tener
que hacer frente a un Gobierno federal todopoderoso.
Mientras, los que están a favor del derecho a llevar armas alegan
que el artículo en cuestión otorga a los ciudadanos la prerrogativa
de llevar armas para uso privado, incluida la defensa propia.
Con su decisión, el Tribunal Supremo
amplía a todo el país su histórica determinación de 2008,
cuando indicó que los ciudadanos estadounidenses tienen derecho a
tener armas, tanto para defenderse como para cazar, al declarar
inconstitucional una de las leyes restrictivas más estrictas del
país, la del Distrito de Columbia, que prohibía las armas cortas en
su jurisdicción desde 1976.
No obstante, no prohibió totalmente a los ciudadanos poseer armas,
puesto que los rifles y las escopetas están permitidos si se guardan
bajo llave o desarmadas.
Ola de demandas
Después de la sentencia que anulaba la ley de Washington, los
partidarios del derecho a portar armas registraron casi
inmediatamente demandas en tribunales federales contra la
legislación de Chicago y de su suburbio Oak Park.
Tribunales inferiores decidieron
declarar constitucionales estas leyes e indicaron que los jueces se
tenían que fundar en precedentes emitidos por el Supremo y por ello
correspondía al Alto Tribunal interpretar definitivamente la Segunda
Enmienda.
El Supremo ya había dicho que la
mayor parte de las garantías contempladas o establecidas en la
Constitución no pueden ser restringidas por leyes estatales, locales
y gubernamentales.
Ahora, la nueva decisión del Supremo agudizará seguramente
el debate y la polémica que ya existe desde hace tiempo en
EE UU respecto a la posesión de armas.
Asimismo, el derecho a portar armas es uno de los temas que más
divide a la sociedad y el mundo político y jurídico en EE UU.
200 millones de armas
Se calcula que unos 90 millones de estadounidenses tienen alrededor
de 200 millones de armas, lo que además, según las estadísticas,
convierte a EEUU en el país con más alto porcentaje de civiles que
portan o pueden portar armas.
La sentencia fue difundida en el último día de sesiones del Supremo,
que mañana iniciará el receso veraniego hasta el próximo octubre.