Pero lo que más llama la atención es
que estos problemas no los tienen los viejos hospitales, si no que
el informe constata las carencias de centros que sólo llevan un año
en funcionamiento . En concreto, detalla los problemas del Hospital
Infanta Cristina, de Parla (que la inspectora de Trabajo visitó el
pasado 16 de marzo), Hospital Infanta Sofía, de San Sebastián de los
Reyes (23 de marzo), Hospital Infanta Leonor, de Vallecas (25 de
marzo), Hospital del Henares, en Coslada (30 de marzo), Hospital del
Sureste, en Arganda (1 de abril) y Hospital del Tajo, en Aranjuez
(15 de abril). Estos hospitales funcionan con una gestión mixta
(pública y privada): la Consejería de Sanidad se encarga de mantener
lo relacionado con la medicina y la enfermería y las empresas
financian las áreas no sanitarias, como la limpieza o el
mantenimiento.
En informe, de 74 páginas, se realizó
gracias a que el sindicato CC OO detectó
carencias de material así como un
riesgo para los trabajadores. Para Ana González, secretaria
de Política Social de CC OO, "el propio modelo de gestión cuenta con
una serie de deficiencias cuya principal expresión es la ausencia
absoluta de coordinación, de comunicación entre los dos ámbitos de
gestión que repercuten en la organización y gestión de los servicios
y en la calidad de los mismos". Unos problemas que, según el
sindicato, solo se matizan por la profesionalidad, buen trabajo e
implicación de los profesionales sanitarios.
Para la Asociación para la Defensa de
la Sanidad Pública de Madrid, el informe deja claro que "la escasez
de personal y material (que depende de las empresas concesionarias)
es un problema añadido que agrava
la ya de por sí reducida plantilla de la parte pública de
estos centros que frecuentemente se ve obligada a realizar labores
que no le competen".
Estos son algunos de los
problemas recogidos en el informe del Ministerio de Trabajo:
-HOSPITAL INFANTA
CRISTINA (PARLA): Enchufes sin
proteger y aristas cortantes en las paredes de Neonatología. Sólo
hay un vigilante por la noche y "el personal sanitario manifiesta
miedo a que desaparezca algún niño". En esta unidad sólo hay una
enfermera y una auxiliar y en el momento de la visita de la
inspectora, había un niño intubado y cinco más a los que había que
atender. Además, es habitual que falte ropa de pacientes y
trabajadores, por lo que a veces tienen que
"secar a los niños con una sábana" o no pueden cambiarles
de pijama. Como en la zona de incubadoras no hay lavabos, las
trabajadoras se lavan las manos donde bañan a los bebés.
Del informe se desprende también que
faltan tigas (celadores), lo que implica más trabajo para el resto
del personal y funciones que no les corresponden. Además, los
trabajadores se quejan de que no han recibido
información adecuada sobre cómo
administrar algunos medicamentos. Las salidas de
emergencias no están correctamente señalizadas y tampoco hay un
protocolo ante las agresiones físicas que los trabajadores ya han
sufrido en "varias ocasiones" por parte de los paciente.
-HOSPITAL INFANTA SOFÍA
(SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES):
Los trabajadores han tenido que ir hasta
cinco veces a Ikea a por material
(como mesas y sillas), necesario para desempeñar su
trabajo. En la zona de radiología, no hay tigas suficientes, sólo
hay una enfermera y el mostrador de recepción está vacío porque no
hay administrativos, así que las citas las da el personal técnico.
La Gerente señala que "todo el mundo hace de todo, pero la buena
voluntad se acaba algún día".
Hay carencias en la señalización de
emergencia y evacuación, que es errónea y escasa.
Tampoco la señalización de protección contra incendios es la
adecuada. En una zona tan transitada como el pasillo, hay
una ducha y un lavaojos, que en caso de ser utilizados, se
encharcaría e inundaría el suelo, ya que no hay desagües. Asimismo,
hay material sanitario amontonado en la zona de recepción.
-HOSPITAL INFANTA
LEONOR (VALLECAS):
Las deficiencias comienzan en la
entrada, donde hay una alfombrilla despegada. En la unidad de
Anatomía patológica, donde se manejan productos químicos, hay olores
intensos y "hace unas semanas, a
una trabajadora le explotó una botella de metanol". En esta
zona no hay duchas ni lavaojos.
En la planta de Hospitalización, sólo
hay una grúa para 22 enfermos no válidos que hay que compartir con
otra zona del hospital. En Psiquiatría, hay "riesgo de incendio,
debido a que se permite a los pacientes fumar". Las habitaciones no
tienen ojo de visualización, por lo que los trabajadores no ven lo
que hacen los enfermos, y provoca que el personal se angustie por
el "problema de responsabilidad en
caso de que algún enfermo se autolesione". Tampoco se puede
aplicar el protocolo de contención por falta de personal.
En los quirófanos faltan guantes,
mascarillas y gorros más de una vez. En la zona de Hospital de día,
los pacientes de tratamientos oncológicos y los de otras
especialidades están mezclados. También hay
problemas de resbalones con el
suelo porque es "altamente deslizante". En la rampa
exterior por la que sacan los cadáveres del hospital, hay "riesgo de
caídas y atropellos" ya que la cuesta es muy pronunciada.
-HOSPITAL DEL HENARES
(COSLADA): Es uno de los que presenta
una situación más crítica. "Faltan tigas y pinches", por lo que el
personal sanitario debe realizar funciones que no le corresponden.
No hay sillas de rueda suficientes y sólo tienen una grúa para todo
el Hospital. Tampoco hay ropa de cama y pijamas para los enfermos.
La vigilancia es insuficiente y han
tenido que llamar algunas veces a la Policía.
En la zona de Anatomía patológica, el
Banco de sangre está ubicado junto al resto de los laboratorios. El
Jefe de Hematología asegura que el almacenamiento conjunto "aumenta
el riesgo de errores de los operarios".
En Obstetricia, el personal ha
sufrido agresiones y zarandeos porque
no hay un protocolo de actuación
contra actos violentos. Los trabajadores han visto a
familiares de niños llevarse material del Hospital, pero no pueden
hacer nada porque no hay vigilancia. En "repetidas ocasiones" falta
instrumental y material de urgencia. No hay nadie en los mostradores
de atención al paciente.
El suelo del gimnasio donde se hace
rehabilitación está sujeto con
celofán. En Hemodialisis, los cuartos de vestuarios están
sucios por problemas de desagües, lo que provoca riesgos higiénicos
y caídas.
En Psiquiatría no hay tiga ni
portero. En el turno de noche sólo hay un auxiliar y un enfermero,
por lo que no se puede poner en marcha el protocolo de contención,
para el que hacen falta cuatro personas. Una noche de domingo,
cuando sólo había una auxiliar y
una enfermera, ambas embarazadas, no pudieron contener a un
paciente alterado. "Los pijamas no son ignífugos y tienen cordones
que el personal tiene que retirar para que los enfermos no se
autolesionen".
-HOSPITAL DEL SURESTE
(ARGANDA):
En la UCI, los trabajadores han tapado los
conductos de salida de los aparatos de
aire acondicionado con cartones ya que la salida incide
directamente sobre las camas de los pacientes.
En Urgencias, las puertas de los
boxes se abren con las corrientes de aire. Las barandillas de las
camas de observación (que han traído del Gregorio Marañón), están
sujetas con vendas porque se caen. No hay biombos, pero sí goteras y
filtraciones de agua. Sólo hay dos
sillas de ruedas y los pasillos están llenos de cajas de
material.
Las puestas de Psiquiatría se abren
fácilmente, por lo que los enfermos
se pueden escapar. La víspera de la inspección técnica se
escapó un paciente por el techo técnico. Las habitaciones tienen
objetos cortantes.
Hay sillas sucias en las
habitaciones, por lo que aumenta el riesgo de propagación de
infecciones. Sólo hay una grúa y faltan tigas y pinches. En los
carros de limpieza de las habitaciones se rompen las bolsas de
residuos y los trabajadores se
pasean con desechos (como pañales) por el hospital.
-HOSPITAL DEL TAJO
(ARANJUEZ): No hay plan de
emergencia. Algunas salidas de
emergencia están cerradas y sin señalización, y otra da a
un patio sin salida a la calle. Faltan tigas y pinches. Las mamparas
de los cuartos de baño son de cristal y tienen picos que puede
provocar cortes. Los extintores no están señalizados y faltan
mascarillas.
La planta de medicina interna está
cerrada y los pacientes comparten ubicación con cirugía, lo que
conlleva riesgo de transmisión de
enfermedades. Además, los uniformes de los trabajadores son
de una sola pieza, y si sufren alguna salpicadura de cualquier
sustancia peligrosa, se lo tienen que quitar pasándolo por la cabeza
y la cara.
Los trabajadores manifiestan que el
tiempo de espera es muy alto y
sufren agresiones verbales "de manera continua".
En Deontología se han instalado
duchas en las habitaciones de los niños, así que cuando los niños
son demasiado pequeños para ducharlos y demasiado grandes para que
quepan en la bañera portátil, el personal tiene que
duchar al niño agarrándolo entre
varios trabajadores para que no se caiga. Las mamparas son
de cristal y los cantos, "cortantes". Falta instrumental y material
de Urgencia "en repetidas ocasiones".
En la UCI no hay mesillas, y
el personal debe sujetar
constantemente las bandejas de comida. En Urgencias, los
pacientes están colocados en camillas estrechas, por lo que los
pacientes con sobrepeso no caben. Hay escasez de personal de
limpieza y no les da tiempo a limpiar los boxes a fondo, lo que
puede derivar en contagios. Hay un cuarto con un letrero que dice
"menos sucio", donde depositan sondas desechables.
En Cirugía, sólo hay
dos sillas para duchar a 15
pacientes. También faltan mesillas y botellas de orina,
entre otros. Suele ser habitual que falte material.