A las tres y media de la madrugada, Kobe Bryant permanecía en su habitación sumido en la pesadilla más que en el insomnio. Los medicamentos aliviaban su dolor físico, pero no la profunda herida anímica que acababa de sufrir tras saber que probablemente tiene una de las peores lesiones que puedan afectar a un deportista y especialmente a un jugador …
Leer más sobre »