España ha abandona el programa de ayuda al sistema financiero nacional poco más de un año después de haberla solicitado. Y hoy los bancos del país, según el Gobierno, el Banco de España y los organismos internacionales, están más sanos y en disposición de superar las próximas pruebas de esfuerzo.
Ahora bien, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) han avisado este lunes de que la banca española sigue siendo «vulnerable» por la mala situación económica y han pedido a las entidades que mantengan o refuercen su nivel de capital con el fin de ganar resistencia.
En su cuarto informe sobre el rescate bancario, realizado tras su visita a España para comprobar sobre el terreno los avances de la reforma financiera y cómo se han usado los más de 41.000 millones de euros dispuestos por Europa para el sector, Bruselas y el Fráncfort aseguran que la contracción del crédito en España «tocará fondo» en 2014 y a partir de ahí «aumentará ligeramente hasta finales de 2015, con la excepción de las pymes».
En este punto, los dos organismos integrantes de la troika junto al Fondo Monetario Internacional (FMI) han denunciado que por ahora el crédito sólo está mejorando para el sector público, lo que «a largo plazo puede desplazar al crédito al sector privado con un impacto negativo para la recuperación económica». Es decir, la Administración está acaparando los préstamos mientras las empresas y los hogares siguen teniendo restringido el acceso a la financiación bancaria. En la misma línea, ambos organismos acusan a las entidades financieras de usar el dinero barato que obtienen del Banco Central Europeo (BCE) para comprar deuda pública y sacar una rentabilidad, en lugar de financiar al sector privado.
Fin del programa de ayuda El informe es el resultado de la visita a la troika a Madrid del pasado septiembre y sirvió de base al Eurogrupo para acordar el pasado jueves poner fin al rescate bancario para España, sin ningún tipo de prórroga o ayuda adicional, cuando concluya a principios de enero. Los inspectores señalan que España ha cumplido todas las condiciones impuestas en el memorándum de entendimiento del rescate, a falta de concluir la tramitación de la ley de cajas, y que «la reparación de los balances de la parte débil del sistema bancario prácticamente se ha completado».
«En estos momentos no hay motivos para prever más desembolsos del programa hasta que España salga», indica el informe. «Pese a la evolución positiva, el entorno económico sigue pesando en el sector bancario y constituye el principal factor de riesgo en adelante», alertan la Comisión y el BCE.
«El sector financiero español y los mercados siguen siendo vulnerables a acontecimientos nacionales e internacionales adversos», subraya el informe. Reforzar la solvencia con las ganancias Casi todos los bancos españoles —destacan dos de las instituciones de la troika— tienen un nivel de solvencia que supera los mínimos fijados por el memorándum, pero en comparación con el resto de entidades europeas, avisan, «no están entre los que tienen las mayores ratios de capital».
«Por ello, los bancos deben mantener niveles de capital cómodos que soporten el crédito a la economía real y constituyan un colchón para mitigar los riesgos de la todavía débil situación económica», apunta el informe. Para mejorar esos niveles de capital, la troika insta a las entidades a tomar medidas como destinar a reforzar esa solvencia «la mayor porción posible de beneficios», pese a admitir que el actual escenario de bajos tipos de interés afectará a la cuenta de resultados de la banca. Fuente: ABC