La Audiencia Nacional ha decidido que el pederasta Daniel Galván termine de cumplir su condena de 30 años de prisión en España. La Sala de lo Penal rechaza la petición de extradición a Marruecos porque, de acuerdo con el convenio de extradicion entre ambos países, España no entrega a sus nacionales.
Galván, condenado en 2011 por haber abusado de once niños en el país magrebí, fue indultado por el Rey de Marruecos, quien luego revocó esa medida de gracia alegando haberse concedido «por error».
La negativa de volverlo a enviar a Marruecos supondría su puesta en libertad. Para evitar esto, la Audiencia Nacional ha ordenado de forma simultánea su ingreso en prisión en España mediante un procedimiento de Cumplimiento de Condena Extranjera. Galván, de 65 años, nacido en Irak pero con nacionalidad española, fue detenido el pasado 5 de agosto en Murcia, tras serle revocado el indulto que el rey Mohamed VI concedió a 48 presos ante la polémica que se creó en el reino alauí por la excarcelación del pederasta y que le había permitido salir a finales del mes de julio de la cárcel marroquí en la que cumplía la pena.
Pidió cumplir condena en España
El tribunal -compuesto por Alfonso Guevara, Ángeles Barreiro y Antonio Díaz Delgado- recuerda en su auto que el propio Galván solicitó cumplir su pena en España, «habida cuenta que el indulto concedido fue revocado por cuanto dicha potestad es una prerrogativa exclusiva» del rey de Marruecos, «no estando previsto control alguno ni en la decisión de concesión ni para la revocación en la legislación en la legislación» marroquí.
En la vista de extradición celebrada el pasado viernes, el fiscal Carlos Bautista ya reclamó que no se accediera a la entrega y que Galván, que también se opuso a ser extraditado, terminara de cumplir en España su condena.
El convenio de extradición entre España y Marruecos imposibilita la entrega de Galván, ya que, aunque nació en 1950 en Irak, adquirió la nacionalidad en España al casarse con una mujer española, pese a que después de divorció de ella. Galván fue condenado el 2 de mayo de 2011 por el Tribunal de Apelación de Kenitra (Marruecos) a 30 años de cárcel por abusar en Marruecos de once niños de entre 2 y 14 años.
Además está acusado de supuestos abusos a una menor en Torrevieja (Alicante), hechos por los que ya declaró el pasado 31 de agosto ante el juzgado que instruye el asunto, ante el que se declaró inocente. El Consejo de Ministros ya se pronunció el pasado 18 de octubre a favor de que Galván pueda seguir cumpliendo en una cárcel española la pena que le fue impuesta. Fuente: ABC