Las sartenes antiadherentes están fabricadas con un material muy delicado que necesita algunos cuidados básicos. Sigue estos consejos y podrás mantener en perfectas condiciones tu utensilio de cocina favorito:
– Antes del primer uso, conviene lavar las sartenes con agua y jabón, secarlas y aplicar en su interior una fina capa de aceite. También se puede hervir en su interior un poco de vinagre. Esto ayudará a que los alimentos no se peguen.
– Evita los cambios bruscos de temperatura. Por ejemplo, no hay que ponerlas debajo del grifo cuando están todavía calientes, sobrecalentarlas vacías, así como cortar los alimentos en el interior de las mismas.
– Utiliza utensilios de plástico o madera (nunca metálicos) para no rayar el interior del recipiente o dañar el recubrimiento antiadherente.
– Para limpiarlas hay que esperer a que se enfríen y se debe utilizar una esponja suave, agua caliente y detergente. Los productos agresivos y los estropajos metálicos pueden dañar el interior.
– Al guardarlas no las apiles una dentro de otra. Protégelas utilizando cartón corrugado o un paño suave.
Si sigues estos consejos todo irá bien, pero si ya es tarde y se te pega todo en la sartén aquí tienes un truco para arreglarlo.
Puede parecerte raro pero tienes que quemar la sartén con sal de la siguiente forma:
1. Calentar una sartén al fuego. Cuando se ponga roja o candente se pone sal y se cubre con la tapa.
2. Cuando la sal se haya oscurecido, retírala.
3. A continuación, pásale un trapo seco para limpiarla.
4. Nunca uses un estropajo de aluminio porque se ralla la superficie y eso hará que se pegue la comida. Fuente
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