Cuando lavamos la ropa nos gusta que quede suave y esponjosa, ¿verdad?. Sin embargo, no por ello es necesario echar litros y litros de detergente y suavizante.
Hay quien echa en el cajetín del suavizante un chorrito de acondicionador, una tacita llena de vinagre de vino blanco en el último enjuague o incluso crema hidratante corporal. Pero existen una serie de bulos sobre la limpieza de toallas que conviene aclarar.
Te contamos los trucos para evitar el «¡Rasca, Mamá!» (esa célebre frase de un spot de suavizante) y para que tus toallas queden como nuevas a pesar de los lavados. ¡Toma nota!:
1. Lávalas sin detergente ni suavizante antes de usarla por primera vez. De hecho, antes de estrenar una toalla los fabricantes aconsejan no utilizar suavizante en los dos o tres primeros lavados.
2. Pon una lavadora solo para toallas (sin mezclar con otras prendas) con agua fría, poco jabón y poco suavizante, ya que el abuso de estos productos las estropea, apelmazando las fibras y volviéndolas más rígidas y rugosas.
3. Evita utilizar suavizantes de ropa, porque estos contienen siliconas que cubren las fibras y las vuelven repelentes al agua en lugar de suaves y absorbentes.
4. Lávalas con agua fría, vinagre blanco, limón o amoníaco perfumado. De lo contrario, pueden encoger muy fácilmente .
5. Procura no sobrepasar la carga recomendada.
6. Mételas en la bañera o en un recipiente con agua y vinagre y déjalas una media hora en remojo. A continuación, lávalas solo con jabón y verás cómo tus toallas recuperan su tersura.
7. Al sacarlas de la lavadora, sacúdelas de una en una y al tenderlas procura que se queden rectas y bien extendidas para que no se deformen.
8. Intenta no tenderlas directamente al sol, porque se quedarán tiesas.
9. Es recomendable utilizar la secadora (si tienes) para eliminar el exceso de humedad. Así salen más suaves y conservan el olor a limpio.
10. Para eliminar manchas, agrega media taza de amoníaco al agua o frótalas con jabón de manos o quitamanchas. No utilices lejía.
11. Para que las toallas no se deformen y encojan lo menos posible, prueba a lavarlas en agua templada y sécalas a temperatura ambiente, en la cuerda y sin pinzas.
12. Lávalas a 30º/40º y plánchalas húmedas para que te queden más esponjosas. Siempre y cuando no las hayas lavado en secadora.
13. Para que no cojan mal olor, espera a que las toallas estén secas para colocarlas en el cesto de la ropa sucia y ponlas a secar lo antes posible tras el lavado.
14. Guárdarlas bien secas. Dóblalas con cuidado para que queden bonitas y pásales un toque de vapor y plancha para que pierdan la dureza, sin llegar a apelmazarlas.
15. Si añades un poco de bicarbonato, lucirán mejor. Eso sí, ¡después no las planches!
16. Si tu agua tiene mucha cal, pon cada 4 meses una lavadora sin ropa, solo con sal gorda en lugar del detergente y a 40º de temperatura. Con esto ayudarás a limpiar el tambor y los residuos de jabón por dentro.
¡Ah! Una cosa más. Todos estos trucos no sirven para nada si las toallas no son buenas. Ten en cuenta su gramaje/ peso (entre 300 y los 600 g/m2) y asegúrate de que están fabricadas con algodón.
Gracias a estos consejos, conseguirás una toallas mullidas y esponjosas y al salir del baño podrás envolverte en ellas con toda tranquilidad. Fuente
TOALLAS DESECHABLES DE PAPEL EN ESPAÑA
ALQUILER DE TOALLAS Y SÁBANAS EN ESPAÑA
BORDADOS EN ESPAÑA – Sitios España