7 de cada 10 mujeres se ponen a régimen al menos una vez al año porque no están satisfechas con su peso y desean perder algunos kilos, según una Investigación en Epidemología Nutricional de la Universidad de París.
Los intentos de hacer régimen se repiten a lo largo del año y la obsesión por adelgazar se refleja en picos tan evidentes como “la operación bikini” antes de verano, los excesos navideños o las semanas previas a una boda o evento importante.
En estas fechas, muchas mujeres se someten a estrictos regímenes de adelgazamiento reduciendo drásticamente la ingesta de alimentos y eliminando de su dieta nutrientes esenciales cuya carencia puede llegar a desencadenar graves problemas de salud.
Las consecuencias no se hacen esperar: frustración, fatiga, ansiedad, desmotivación y el temido “efecto yo-yo”. Muchas abandonan porque se encuentran cansadas, sin energía y con sensación de apetito.
Sin embargo, hay otras maneras más eficaces de perder peso sin dejarse la salud y el humor. Distintos trabajos de investigación muestran indicios fiables de la importancia crucial de la flora intestinal en el ámbito de la obesidad.
Por ejemplo, la alteración de la flora intestinal (bacterias y hongos que viven en el intestino) desempeñaría un rol en la regulación del balance energético, y las fibras probióticas favorecerían la secreción de hormonas saciantes, que ayudan a controlar la sensación de apetito.
Además, su composición no es igual en personas obesas que delgadas, ni tampoco en las que son vegetarianas. Por tanto, podemos considerar la flora intestinal de un individuo como su segunda seña de identidad.
En este sentido, según explica la Dra. Laura García Urosa, Máster en nutrición y responsable científica de Innéov España: “Estas diferencias individuales en cuanto a la composición de la flora intestinal explican por qué no todos somos iguales a la hora de perder peso».
Para superar esta desigualdad, Laborarios Innéov ha identificado y patentado una cepa específica de Lactobacillus, (el LPR de Nestlé) capaz de modular la composición de la flora intestinal, y poder así controlar cómo nuestro organismo extrae energía de los alimentos.
Sus resultados han sido demostrados en un estudio doble ciego frente a placebo, en el que se ha constatado que, tras 3 meses, los individuos que han tomado el probiótico pierden un promedio de un 69% más de peso frente a los individuos que solamente han seguido un régimen de adelgazamiento.
Por tanto, mediante el consumo de probióticos, administrados en la cantidad y forma adecuada, se consigue actuar de forma inteligente en nuestro intestino para favorecer una pérdida de peso duradera y segura.
«Cada probiótico tiene una función diferente. Si ingerimos probióticos que nos ayuden a no absorber y eliminar las grasas que ingerimos de forma más efectiva entonces conseguiremos perder peso”, explica el Dr. Gonzalo Guerra Flecha, fundador del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas. Fuente
PASTILLAS PARA ADELGAZAR EN ESPAÑA