Ryan llamó a la casa del pequeño y contestó el padre, que tampoco se esperaba la llamada. Cuando pidió a su hijo que se pusiera al teléfono porque el presidente de su club favorito quería hablar con él, Mac creyó que era su hermano mayor quien llamaba y le quería tomar el pelo.
«Invité a ambos [padre e hijo] el sábado para que dieran un vistazo, conocieran a los jugadores y dialogáramos», cuenta Ryan. En el estadio Keepmoat Mac y su padre pudieron ver en acción a los Rovers, dirigidos por un entrenador temporal.
Uno de los mejores entrenadores jóvenes es el director técnico del Tottenham, Andre Villas-Boas, que a los 16 años escribió una carta al legendario jugador y entrenador inglés Bobby Robson y luego fue invitado a colaborar con el cuerpo técnico de Robson en el Oporto, una anécdota que da esperanza a Mac para recibir una oportunidad. Fuente