De cero a 122.000 Km/h en un segundo
Científicos
de los Laboratorios Nacionales de Sandia en Albuquerque, Nuevo
México, han conseguido acelerar una pequeña chapa a 122.000 km/h en
menos de un segundo.
La velocidad de
empuje supone un nuevo record para la "Máquina Z" de Sandia – no
solamente es la pistola más rápida del oeste, sino la del todo el
mundo.
Leonard David
Alto Redactor de LiveScience
publicado: 07 Junio 2005
11:13 am ET
Ahora la Máquina Z es capaz de propulsar chapitas pequeñas a 34
kilómetros por segundo, es decir 4 km/seg más rápido que la
velocidad a la que la Tierra viaja a través del espacio mientras
orbita al sol.
Esta velocidad es 50 veces más rápida que la de las balas de
rifle, y tres veces la necesaria para escapar del campo gravitatorio
terrestre.
Las chapas utra-diminutas de aluminio, cuyo espesor es de solo 850
micras*, son aceleradas a 1010 g. Una g es la fuerza de la gravedad
de la Tierra. Conseguir esto sin que las chapas se vaporicen es
posible gracias a que se ha conseguido un mejor ajuste del pulso del
campo magnético que dirige el vuelo.
Las chapas arrojadas por la Máquina Z golpean su objetivo después de
un viaje de solo 5 milímetros (menos de un cuarto de pulgada). El
impacto genera una onda de choque – que en algunos casos alcanza una
presión 15 millones de veces más potente que la atmosférica – que
pasa a través del material “diana”.
Las ondas son tan poderosas que convierten los sólidos en líquidos,
los líquidos en gases y los gases en plasmas del mismo modo que el
calor convierte el hielo en agua, o evaporiza a esta última.
Lo que se pretende con estos vuelos ultrarrápidos es lograr la
comprensión de las condiciones extremas que se dan en el interior de
los planetas gigantes de nuestro sistema solar.
Al crear estados de la materia extremadamente difíciles de obtener
en la Tierra, las chapitas voladoras nos aportan datos difíciles de
conseguir y muy importantes para las especulaciones astrofísicas
sobre la estructura, e incluso formación, de los planetas similares
a Júpiter y Saturno.
Didier Saumon, astrofísico del Laboratorio Nacional de Los Álamos,
comentó que las estructuras internas de Júpiter y Saturno se
componen principalmente de hidrógeno. De modo que conocer la
ecuación de su estado (el modo en que el hidrógeno y sus isótopos se
comportan a presiones comprendidas entre 1 y 50 millones de
atmósferas) es altamente relevante en el modo en que los científicos
infieren las propiedades del interior de estos planetas.
Se ha planeado una actualización de la Máquina Z para el año que
viene y se espera que tras esto las chapas alcancen velocidades
mayores.
Puede encontrar más información (en inglés) sobre el experimento en
www.sandia.gov.
* Nota del T. una micra es la millonésima parte de un metro.
Fuente noticia Living Science
Traducido por Miguel Artime para Astroseti
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