Hace unos años, el radiólogo Norman
Hollenberg decidió investigar un fenómeno curioso. Los indios
Kuna, que vivían en el archipiélago de San Blas (Panamá), no
sufrían hipertensión. Y eso que su dieta era muy rica en sal.
Sin embargo, cuando los integrantes de esta etnia se mudaban a la
capital panameña, incluso sin modificar su consumo de sal ni
engordar, la hipertensión empezaba a ser más común.
Tras investigar numerosos factores,
Hollenber y su equipo llegaron a la conclusión de que el cacao (un
alimento rico en flavonoides, un tipo de antioxidantes) era el
responsable de esta tensión arterial saludable.
A Claudio Ferri, del Centro de
Hipertensión Arterial y Prevención Cardiovascular de la Universidad
de L'Aquila (Italia), le interesaron los estudios de Hollenber, así
que decidió indagar en las propiedades antihipertensivas del
chocolate. Para ello, él y su equipo han estudiado a una veintena de
personas hipertensas que tomaron durante 15 días 100 gr de chocolate
negro (equivalente a una chocolatina). Ninguno estaba tomando
antihipertensivos, ni fumaba ni padecía diabetes u otra enfermedad.
Tras seguir esta 'dieta' los
pacientes lograban disminuir su tensión arterial sistólica (la cifra
máxima) en 12 mm/Hg, mientras que la presión diastólica (la
baja) disminuía una media de 8,5 mm/Hg. Asimismo, la golosina
conseguía reducir los niveles de colesterol, de LDL (el colesterol
'malo') y de resistencia a la insulina, es decir, que "la insulina
funciona de un modo más adecuado, retrasando la aparición de
diabetes, obesidad e hipertensión", aclara Ferri, que publica sus
conclusiones en el último número de la revista
'Hypertension'.
"Este no sólo es un efecto
estadísticamente significativo sino importante desde un punto de
vista práctico. Es la clase de reducción en la tensión sanguínea que
a menudo se encuentra con otras intervenciones dietéticas", comenta
Jeffrey Blumberg, otro de los investigadores y experto en nutrición
de la Universidad Tufts (EEUU).
Recomendaciones
A modo de comparación, los pacientes
tomaron durante otro periodo de tiempo semejante una chocolatina de
chocolate blanco. "El chocolate blanco, que no tiene flavoniodes,
era el perfecto alimento control, porque contiene todos los otros
ingredientes y calorías del chocolate negro", aclara Blumberg. Sin
embargo, la ingesta de estos dulces no modificaba los valores
tensionales de los participantes. También se registraron resultados
similares en voluntarios sanos.
"Debería animarse a la gente a
comer de un modo más sano, es decir, empleando comidas
naturales, para reducir sus factores de riesgo cardiovascular. El
cacao (el chocolate negro), si se adopta de un modo correcto sin
aumentar el peso corporal, podría ser uno de estos alimentos",
explica Ferri a 'elmundo.es'.
De todos modos, este especialista
matiza mucho sus conclusiones que "en absoluto" significan que todo
hipertenso tenga que tomarse diariamente un chocolate: "Si te
planteas comer chocolate negro diariamente -junto con verduras, vino
tinto y té [también ricos en flavonoides]-, debes disminuir las
calorías de otros alimentos para evitar el verdadero peligro del
siglo XXI: el sobrepeso y la obesidad. También el ejercicio diario
moderado es altamente recomendable", precisa.
De hecho, este especialista está
convencido de que "los cambios en el estilo de vida deben ir de la
mano de los fármacos, especialmente para prevenir y tratar la
hipertensión y la diabetes".