El hasta ahora presidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha presentado
hoy su renuncia por "estimar que es lo más conveniente para esta
entidad", considerada como clave para la reestructuración del
sistema financiero español. En un
comunicado remitido a los medios, Rato añade que va a proponer
al consejo de la entidad la designación de José Ignacio
Goirigolzarri como consejero y futuro presidente del grupo.
La decisión, además, coincide con los planes del Gobierno de
poner en marcha de forma inminente un plan de saneamiento para
Bankia que prevé la inyección de cerca de 10.000 millones de dinero
público con el objetivo de cubrir su riesgo inmobiliario. Junto a
ello, también se cambiarán gestores y parte del consejero.
El que fuera exvicepresidente del Gobierno entre 2003 y 2004,
ministro de Economía en las anteriores legislaturas del PP y máximo
responsable del FMI hasta 2007, ha mantenido últimamente
conversaciones sobre su salida de Bankia al más alto nivel con el
Gobierno, incluyendo al propio presidente, Mariano Rajoy, quien
precisamente fue su compañero en el gabinete de José María Aznar. Se
da la circunstancia de que el actual ministro de Economía, Luis de
Guindos, fue secretario de Estado con Rato entre 2003 y 2004.
La decisión se ha acelerado durante los últimos días después de
que Economía y el Banco de España dijeran que era necesario realizar
un profundo saneamiento de Bankia. Este movimiento se vio impulsado
desde organismos internacionales del peso del Fondo Monetario
Internacional (FMI). Tras estos contactos, Rato ha comunicado a sus
colaboradores su decisión de dimitir, lo que ha tenido lugar a
última hora de la mañana.
En cuanto a su sucesor, Goirigolzarri también ha mantenido ya
contactos indirectos con el Ejecutivo y, aunque se manejaron otras
opciones, desde el principio fue la primera apuesta del ministro
Luis de Guindos.
Goirigolzarri, quien dejó su cargo de consejero delegado del BBVA
en septiembre de 2009, toma ahora las riendas de una de las cuatro
entidades más grandes de España. Con ello, se coloca al mismo nivel
del que fuera su superior en el BBVA, Francisco González, presidente
del grupo, y el responsable de su salida de la entidad. Con el
nombramiento de Goirigolzarri, el Gobierno apuesta por un perfil
técnico en lugar de otro más político para concluir un proceso, el
saneamiento de Bankia, que ha estado bajo los focos en los últimos
meses y ha generado tensiones entre Rato y el departamento que
dirige Guindos que han acabado, de momento, con la salida del
primero del cargo.
En el texto de renuncia, Rato recuerda que primero como
presidente de Caja Madrid, cargo al que llegó en enero de 2010, y
después como presidente de Bankia, la entidad surgida de la fusión
con Bancaja y otras cinco cajas, ha afrontado "una de las coyunturas
más críticas que jamás haya sacudido al sistema financiero español".
En este periodo, el expresidente de la entidad recuerda que Caja
Madrid "lideró con éxito la mayor operación de integración
financiera de España" y consiguió sacar a Bolsa a Bankia en apenas
cinco meses, una operación que por cierto fue auspiciada por el
anterior Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. No
obstante, Rato llegó a Caja Madrid por imposición de Esperanza
Aguirre, de acuerdo con Rajoy. También el PP fue quien se empeñó en
que la entidad madrileña se fusionara con Bancaja, controlada por
los populares. El resultado ha sido el mayor fiasco de la crisis
financiera española porque "dos cojos no hacen un atleta sano", como
apuntan en el mercado.
"Pese a las condiciones adversas del mercado y las dificultades
añadidas de todo proceso de fusión, en 2011 Bankia conseguió unos
beneficios de 309 millones de euros, además de haber adelantado más
de 1.200 millones de euros de provisiones; Bankia ha reestructurado
su red de oficinas con el cierre de 800 sucursales. Ha realizado un
ajuste de plantilla equivalente al 25% de todo el sector financiero
español", continúa. Asimismo, recuerda que ha logrado una reducción
de costes que este año se acercará a los 550 millones de euros y
aumentará hasta los 700 millones de euros en el año 2013 y
sucesivos. Sin duda, la reducción de gastos -una de las claves de la
reforma financiera- será el mayor logro de la presidencia de Rato.
"Una vez cumplidos todos los anteriores hitos —continúa—, he
decidido pasar el testigo a un nuevo gestor por estimar que es lo
más conveniente para esta entidad".
Con vistas al futuro, añade que va a proponer a la junta de la
matriz de Bankia, BFA, la designación de José Ignacio Goirigolzarri
como consejero. "Igualmente, voy a proponer al consejo de Bankia la
designación de Goirigolzarri como consejero de Bankia y propondré
que, posteriormente, los consejos de BFA y Bankia, previo
cumplimiento de sus trámites estatutarios, designen a Goirigolzarri
como presidente ejecutivo de ambas entidades, por entender que es la
persona más adecuada para liderar este proyecto en estos momentos",
concreta.
"Para mí, ser Presidente de Bankia, BFA y Caja Madrid, durante
estos dos años, ha sido un gran honor y me ha dado grandes
satisfacciones personales y profesionales. Tengo q
ue
agradecer a los miembros de los Consejos y Asambleas, a mis
colaboradores y a toda la plantilla su apoyo y lealtad en el
nacimiento y desarrollo de Bankia y BFA. La confianza depositada en
nosotros por más de 10 millones de clientes y más de 400.000
accionistas es una de las mayores satisfacciones que he tenido como
Presidente de Bankia y la gran fortaleza que respalda el futuro de
esta entidad".
Las grandes, Santander, BBVA y Caixa, fueron consultadas durante
todo el proceso porque se considera que la solución de Bankia era
"fundamental para nosotros, para la salud del sistema y de la
economía española", según un ejecutivo de una de esta entidades que
pide el anonimato.Ahora su preocupación es que no se generen
inquietudes en los 10 millones de clientes entiendan que no están en
peligro sus ahorros porque la entidad será saneada por el Estado.
"Hemos empezado otra época que los mercados, poco a poco, irán
valorando".