La debilidad del sistema financiero, de nuestros bancos, copa el
protagonismo mediático. La falta de créditos para las familias, la
elevada exposición al sector inmobiliario que presentan las
entidades junto con un sinfín de nuevas normas legales que han
cambiado las reglas del juego explican, en parte, su difícil
coyuntura actual.
Muchos ahorradores se preguntan ahora si su dinero está seguro o
no en los bancos y cómo les afecta una nacionalización o una
intervención de su entidad. Para no perderse en este nuevo mundo,
conviene tener en la cabeza una serie de términos que han pasado de
ser desconocidos a ocupar las informaciones de mayor relevancia.
Once conceptos básicos, que se exponen a continuación, son ahora
imprescindibles en el diccionario del pequeño ahorrador.
1. Nacionalización bancaria
Pese a que pueda parecer lo mismo, conviene diferenciar entre los
términos nacionalización o intervención bancaria. La nacionalización
es la toma de control de una entidad por parte del Estado. Es decir,
se produce cuando el Estado toma parte del capital de un banco y se
convierte en accionista mayoritario.
Es lo que ha ocurrido con Bankia. Hay nacionalización y no
intervención cuando el banco mantiene a los gestores que había antes
de la entrada del capital público. Hoy, el organismo para la toma de
control de bancos que utiliza el Estado es el FROB (Fondo de
Reestructuración Ordenada Bancaria).
2. Intervención bancaria
Se produce intervención cuando, además de tomar el control del
banco tras la inyección de dinero público, el Estado cambia los
gestores y coloca sus propios administradores en la entidad.
3. FROB
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria se puso en marcha
en el año 2009 para mejorar la intervención y facilitar las fusiones
bancarias. En los últimos años de crisis, este organismo ha sido el
que ha inyectado dinero público en las entidades. Lo puede hacer de
varias formas: comprando títulos de renta fija de los bancos,
otorgando préstamos o tomando directamente parte de su capital.
Hasta ahora, esta entidad ha inyectado dinero público en algunas
de las entidades que han desvelado problemas de solvencia: Bankia,
CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo), Unnim (Caixa Manlleu, Caixa
Sabadell y Caixa Terrassa), CatalunyaCaixa (fusión de Caixa
Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa) y Banco de Valencia.
4. Fondo de Garantía de Depósitos
Fue creado por el Real Decreto-ley 16/2011, de 14 de octubre. Una
de sus funciones es garantizar 100.000 euros por depositante y
entidad. La reestructuración financiera ha rebajado
significativamente la garantía del ahorro de los clientes. Desde el
9 de julio de 2009, el Real Decreto 11/2010 obligaba a las entidades
fusionadas a traspasar su negocio bancario a una nueva sociedad.
Hasta entonces, si un cliente tenía cuentas en varias entidades
reunidas en un mismo grupo contaba con la garantía de 100.000 euros
por cada una de ellas.
Desde 2010, la garantía se reduce a 100.000 euros por grupo. Es
decir, quien tenga una cuenta en Bancaja y otra en Caja Madrid,
ahora solo tendrá una protección de 100.000 euros, ya que ambas
entidades han traspasado su negocio a Bankia, el banco que
instrumenta ahora la actividad de las siete cajas de ahorros que lo
integran (Caja Madrid, Bancaja, Caja de Ávila, Caja Rioja, Caja
Canarias, Caixa Laietana y Caja Segovia).
5. Prima de riesgo
Es un término relacionado indirectamente con los bancos, pero de
gran repercusión para sus cuentas de resultados en estos momentos.
El concepto hace referencia a la diferencia que tiene que pagar el
Gobierno español por colocar su deuda en el mercado respecto al
Estado alemán. Su estrecha relación con los bancos se explica ya que
estos son los mayores tenedores de deuda española.
Si sube la prima de riesgo (como así ha ocurrido en los últimos
meses, que ha llegado a superar los 490 puntos esta misma semana),
las carteras de deuda de los bancos valen menos, con lo que les
obliga a recapitalizarse por otras vías. Para las entidades
financieras españolas es claramente negativo que suba la prima de
riesgo. Si se vieran forzadas a vender los títulos de deuda pública
en los que invierten para maximizar su capital, en muchos casos
obtendrían pérdidas.
6. Riesgo de crédito
Es la posibilidad de que un prestatario no pueda afrontar la
devolución de un préstamo o crédito y de que no pueda cumplir, por
tanto, con las condiciones pactadas. Es el mejor concepto que resume
el problema que afronta actualmente la banca en España y que reside
en la elevada cartera de créditos para financiar la construcción de
viviendas que tiene en balance. Durante la época del "boom"
inmobiliario, bancos y cajas no dudaron en otorgar préstamos (en
algunos casos de elevadísima cuantía) para poner en marcha amplias
promociones de pisos que, en muchos casos, se han quedado sin
vender.
Como consecuencia, los bancos cuentan hoy con un sinfín de
créditos dudosos (de difícil pago) o directamente morosos (que
concedieron a inmobiliarias que han ido a la quiebra). Por ejemplo,
la nacionalizada Bankia tiene 37.500 millones de euros en activos
vinculados al sector del ladrillo, la cifra más alta del sector
concentrada en una entidad. El Gobierno aprobó en febrero del 2012
un decreto que obliga a la banca a incrementar las coberturas de
activos inmobiliarios o venderlos.
7. Morosidad
La tasa de morosidad es la proporción de clientes que no pueden
devolver las cuotas de sus créditos. Se considera moroso a quien no
paga durante tres meses consecutivos. A cierre de marzo de 2012, la
morosidad hipotecaria de particulares se sitúa en el 7,91% en el
sistema español. En el mundo bancario, la morosidad es diferente a
la de otros sectores, ya que tiene mayores implicaciones en la
economía real y en la vida de los particulares. Una persona deudora
con un banco entra directamente a los ficheros de morosos, lo que le
impedirá en un futuro acceder a créditos.
Según datos a cierre de 2011, el crédito a promotores ascendía en
España a 310.000 millones euros, de los que 184.000 son préstamos
problemáticos y 122.000 estaban al día de intereses y devolución. En
realidad, el mayor problema que afrontan los bancos hoy es la
morosidad de créditos a promotores. En Bankia, por ejemplo, se sitúa
en el 28%.
8. "Core capital" o capital básico
Este concepto técnico hace referencia al capital de libre
disposición que tienen los bancos y que pueden utilizar para cubrir
cualquier tipo de contingencia que surja. Este ratio, también
conocido como TIER 1, mide la relación en porcentaje entre el
capital básico -fondos aportados por los accionistas de una sociedad
y reservas- y las deudas de una entidad. Las últimas regulaciones
(Basilea III en Europa y el Real Decreto 2/2012) obligan a los
bancos españoles a tener un capital básico de, al menos, el 10%.
9. Provisiones
La legislación bancaria exige a las entidades a guardar una parte
del capital del que disponen para cubrir parte de los créditos que
tienen concedidos, por si estos pudieran resultar morosos.
Las provisiones tratan de cubrir el impago de esos préstamos. En
un banco, los créditos pueden clasificarse de dudoso o muy dudoso
cobro. Para ambos, se fijan provisiones mínimas.
10. Basilea III
Es la última normativa bancaria de alcance europeo que se ha
configurado tras conseguir un acuerdo histórico entre los bancos
centrales y los supervisores. Surge con el objetivo de reforzar la
solvencia y liquidez de las entidades de crédito.
Entre otras normas, ha aumentado los requisitos de capital que
deben cumplir los bancos. Por ejemplo, ha elevado el nivel de
reservas exigidas del 2% al 7%.
11. Margen de intereses
Es el concepto que mejor refleja cómo funciona un banco. El
término
hace referencia a la diferencia que hay entre los intereses que las
entidades ingresan por los préstamos que dan (activo) y los
intereses que pagan por sus depósitos (pasivo). El objetivo será
siempre conseguir el mayor margen de intereses posible.
Esto se consigue ya que lo habitual es que los tipos de interés
de los préstamos son superiores a los de los depósitos. Es decir, el
banco ingresa más por los créditos que presta que por los depósitos
que cierra con sus clientes.
El margen de intereses es la principal fuente de ingresos para un
banco, junto con las comisiones y las inversiones de capital. Suele
representar más del 50% del margen bruto. Es uno de los conceptos
más relevantes de la cuenta de resultados.