Sarah Ferguson, duquesa de York y exesposa del príncipe Andrés de
Inglaterra, se enfrenta a 22 años de prisión en Turquía por filmar
ilegalmente a los niños de un orfanato de Ankara. Así lo ha pedido
la fiscalía de Ankara esta mañana, al inicio del juicio contra la
Ferguson por su documental Duquesas e hijas: Su misión secreta,
en el que se
denuncian las condiciones de vida de los pequeños en estos centros.
En el documental, grabado hace tres años, Ferguson y su hija, la
princesa Eugenia, viajaron de forma encubierta a Turquía. Disfrazada
con una peluca negra y un velo, la duquesa pudo entrar en un
orfanato donde, según
se puede apreciar en las imágenes, había niños atados a las
camas y abandonados en cunas.
El documental, emitido por la
cadena inglesa ITV en 2008, fue tachado por las autoridades
turcas de una “campaña para manchar la imagen de Turquía” e impedir
así su entrada en la Unión Europea. “La mala fe de Sarah Ferguson es
obvia, está tratando de lanzar una campaña de desprestigio para
Turquía como candidato para la UE”, aseguró la ministra de Mujer y
Asuntos familiares, Nimet Bas, tras la emisión. Un componente
político la propia cadena no quiso desmentir. “El documental trata
de un área de interés público en un momento en el que el gobierno de
Gran Bretaña está apoyando la adhesión de Turquía a UE. Un proceso
que está condicionado, en parte, por la mejora de sus derechos
humanos”, declaró la cadena en 2008.
Y es esta la clave de la polémica, ya que Turquía lleva años
intentando lavar su imagen para alcanzar su ansiada entrada en la
Unión. Consciente de ello, Sarah Ferguson ha intentado negar durante
estos tres años el matiz político de esta cinta. “Acudí porque nadie
oye la queja de esos niños. Yo fui como una madre”, aseguró Ferguson
tras la emisión. Una madre concienciada también con mostrar a
sus dos hijas las violaciones de los derechos humanos que se cometen
en otros países.
Y es que la princesa Eugenia no fue la única hija que acompañó a
Ferguson en su trabajo por los orfanatos. Su otra hija, la princesa
Beatriz, se alejó durante unos días de la high class
londinense para desarrollar una “misión secreta” en otro orfanato de
Rumanía. Pero con más suerte. Durante el rodaje Rumanía ya era
miembro de la UE, y posiblemente consideró que querellarse contra la
monarquía británica no le ayudaría a integrarse en el Club de los
27.
Se desconoce todavía si Turquía interpondrá una orden de
extradición. Ni los oficiales turcos ni las fuentes diplomáticas en
el país han querido comentar sobre el caso. Por su parte, la duquesa
de York ya ha adelantado que no viajará a Turquía para enfrentarse a
sus cargos ni se retractará de sus opiniones expresadas en el
documental.