RÍO DE JANEIRO, 9 de marzo.- El presidente de la Confederación
Brasileña de Futbol (CBF) y miembro del Comité Organizador Local del
Mundial del que Brasil será sede en 2014, Ricardo Teixeira, confirmó
hoy que solicitó una licencia para apartarse provisionalmente del
cargo en la CBF al parecer por motivos de salud.
"A partir de esta fecha queda designado el vicepresidente (de la
CBF), José María Marín, para substituirme interinamente en el
ejercicio de la presidencia de la CBF", según un comunicado firmado
por el dirigente y publicado en la página en internet de la entidad.
La nota de dos líneas no aclara los motivos de la licencia ni
señala una persona para sustituirlo en el consejo de administración
del Comité Organizador Local del Mundial 2014, del que es miembro
junto a los ex futbolistas Ronaldo y Bebeto.
La decisión de Teixera de apartarse provisionalmente del cargo ya
había sido anunciada la víspera por presidentes de algunas de las 27
confederaciones regionales de futbol, quienes la atribuyeron a los
problemas de salud del dirigente.
Teixeira, de 64 años y ex yerno del ex presidente de la FIFA Joao
Havelange, ha sido hospitalizado en diversas oportunidades por
problemas de divertículos e inflamación en el colon.
Por los estatutos de la CBF, el plazo máximo de licencia para el
presidente es de 180 días.
La licencia se conoce apenas diez días después de que la Asamblea
General de la Confederación Brasileña de Futbol ratificara por
unanimidad a Teixeira como presidente de la entidad, cargo que
ejerce hace 23 años.
La prensa brasileña viene especulando desde hace varias semanas
con la posibilidad de que el dirigente renuncie a su cargo como
presidente de la CBF y del Comité Organizador del Mundial debido a
sus problemas de salud, a su decisión de fijar residencia en Estados
Unidos y a las acusaciones de corrupción de las que recurrentemente
es blanco.
Los vínculos de las empresas de Teixeira con contratistas de la
CBF que se han adjudicado millonarios contratos son destacados casi
que a diario por la prensa deportiva del país.
Teixeira también ha sido salpicado por denuncias de corrupción en
la FIFA que implican a la empresa ISL.
La CBF ya fue objeto de una investigación en el Congreso
brasileño por presunta corrupción y las sospechas que recaen sobre
el dirigente lo convirtieron en un interlocutor poco recibido en los
despachos del Gobierno.
En una entrevista hoy con corresponsales extranjeros, el ministro
brasileño de Deportes, Aldo Rebelo, afirmó que, pese a las denuncias
de corrupción, el Gobierno no puede intervenir en la CBF por
tratarse de una entidad privada.
Agregó que el Gobierno exige la adopción de normas de
transparencia a las confederaciones deportivas que reciben recursos
públicos pero que el órgano rector del futbol se sustenta con sus
propios recursos y no necesita de ayuda financiera.