Grupos de ciudadanos que abogan por los derechos de los niños han
denunciado este jueves en Florida
un caso de un menor de 13 años
que va a ser juzgado por asesinato como un adulto, por lo que podría
ser condenado a cadena perpetua
y convertirse así en la persona más joven en recibir esa condena en
Estados Unidos.
Los activistas han querido hacer público que un juez de este
estado norteamericano ha fijado para
el próximo junio el inicio
de un juicio contra el menor C. F. en Florida, donde se le juzga por
haber abusado
presuntamente de un hermanastro de cinco años.
Pero no es el único caso donde está implicado el menor, en otro
juicio, aún pendiente de fecha, se le acusa de
asesinato en primer grado
de otro hermanastro de dos años,
ocurrido supuestamente cuando tenía doce años de edad. Según
defiende la acusación, C. F. confesó haber agredido al bebé
empujándolo varias veces contra una estantería, lo que le provocó un
traumatismo cerebral en marzo de 2011 al que no consiguió
sobrevivir.
Pese a que el acusado tenía solo doce años cuando ocurrieron los
hechos, las autoridades han decidido juzgarlo como un adulto, por lo
que se enfrenta a una posible cadena perpetua
sin derecho a
libertad condicional por
asesinato en primer grado.
Su defensa argumenta que C. F. se crió en un ambiente familiar
muy inestable, donde era objeto de constantes abusos físicos,
psíquicos y sexuales y alega que se tengan en cuenta estas
circunstancias a la hora de dictar sentencia. "El abuso físico y
sexual están bien documentados en la corta vida del menor. Además
del patrón de abuso y negligencia, al que se tuvo que acostumbrar,
su padrastro se suicidó
con un tiro en frente de la familia para evitar ser arrestado por
cargos de abuso infantil", ha declarado la defensa para la
organización
Change.org.
Recogida de firmas de apoyo al menor
Hace unos meses se creó una campaña para recaudar
firmas de apoyo a un texto
que reclama que el menor sea juzgado como tal. "Es un niño. Tiene la
mente de
un niño. Dile a Florida que los niños no son adultos. Este niño no
debe ser tirado en una prisión de adultos. Puede ser salvado. Puede
ser reformado", afirma el texto, que ya cuenta con más de
180.000 firmas.
Sin embargo, la fiscal
encargada del caso, Angela Corey, no está de acuerdo con la
propuesta que defienden los activistas de Florida "en el sistema de
justicia juvenil estaría (en prisión) un máximo de dos años, y eso
no es una opción para proteger a la comunidad".
La fijación de la fecha del primer juicio coincide con la demanda
presentada el martes pasado contra una
cárcel de Florida que,
pese a ser de adultos también tiene entre su población a
menores, algo que está
permitido en éste o otros estados del país para niños mayores de
ocho años.