Se han presentado dos estimaciones. En el
informe de Oliver Wyman, como un rango, que va de 51.000 a
62.000 millones de euros en el caso más adverso. En el
informe de Roland Berger, de 51.800 millones. En todo caso, no
toda esa cifra será necesariamente de capital público, ya que
algunas de las entidades pueden lograr el capital de fuentes
privadas, lo que aminoraría la cifra a financiar con dinero
público. Economía señala además que "estas cifras son conservadoras,
debido a que no tienen en consideración efectos mitigantes como las
acciones futuras que puedan adoptar los bancos o los elementos
fiscales".
La mayoría de las necesidades,
con todo, está concentrada en las entidades nacionalizadas
o en vías de estarlo (Bankia, CatalunyaCaixa, Novacaixagalicia y
Banco de Valencia), que tendrán que recurrir al dinero europeo y que
representan en torno a dos tercios del total de las necesidades,
esto es, de 34.000 a 41.000 millones. El Fondo de Reestructuración
Ordenada Bancaria (FROB) ha anunciado hoy que se suspenden las
subastas en marcha de Catalunya Caixa y Banco de Valencia, como se
esperaba.
Jiménez Latorre ha indicado que se maneja la posibilidad de
crear un banco malo para proceder
al saneamiento, ya que han detectado, en los contactos con
las autoridades europeas, que esta es una solución que les gusta, si
bien no hay una decisión tomada al respecto. Jiménez Latorre no cree
que haya liquidación de entidades porque esa sería la solución más
cara.
En un escenario base, si no se agravase demasiado la crisis sino
que se cumpliesen las previsiones económicas actuales, las
necesidades de capital son de 16.000 a 25.000 millones, según el
cálculo de Oliver Wyman. Roland Berger calcula que las necesidades
serían de 25.600 millones. Bankia ha solicitado ya por sí sola
19.000 millones, aunque esa cifra esta prevista para cubrir no solo
las pérdidas de la cartera crediticia sino también la puesta a valor
de mercado de las participadas y el saneamiento de los créditos
fiscales y es la que debe permitir a la entidad estar preparada para
el escenario más adverso.
Es curioso que ese escenario base o previsible admitido por
Economía, contempla una caída del PIB del 0,3% en 2013, frente a la
previsión de crecimiento en ese año que hasta ahora manejaba el
Gobierno.
Los informes de los expertos independientes son los que requiere
la Unión Europea para que un país pueda solicitar un rescate con
fondos europeos para sanear su sector financiero, tal y como el
Gobierno español anunció que haría a sus socios del euro el pasado 9
de junio. La solicitud formal del
rescate estaba pendientes de las cifras publicadas hoy, y
el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dicho hoy que se
formalizará en los próximos días. El Gobierno español cifró
inicialmente la ayuda a pedir en un máximo de 100.000 millones de
euros, lo que deja un colchón con respecto a la estimación de las
consultoras.
Las entidades analizadas son 14, que representan cerca del 90% de
los activos de la banca en España. En los exámenes se han analizado
los balances de Banco Santander, BBVA, Caixabank (incluida Banca
Cívica), BFA-Bankia, Catalunya Caixa, Novacaixagalicia, Banco
Sabadell, Banco Popular, Unicaja (que incluye Caja Duero España),
Kutxa Bank, Banco Mare Nostrum (BMN), Ibercaja-Caja3-Liberbank,
Bankinter y Banco de Valencia. Pero
el examen de hoy lo que da es una cifra agregada, y no
cifras individualizadas. En todo caso, las tres grandes entidades
(Santander, BBVA y Caixabank), no necesitarán más capital ni
siquiera en el escenario más adverso, según ha explicado Jiménez
Latorre.
La evaluación de las necesidades de capital se hace en dos
etapas, de las que hoy se ha cerrado la primera, que consiste en un
análisis de la resistencia de las
entidades a un fuerte deterioro adicional de la coyuntura económica,
lo que se conoce como pruebas de resistencia o test de estrés. La
segunda etapa se centrará en los sistemas internos de las entidades
para clasificar, provisionar y medir los riesgos de sus carteras.
Ambos ejercicios están interrelacionados y se llevan a cabo bajo la
coordinación del Banco de España.
El final del primer examen a la banca
Las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger han realizado el
primer examen con el encargo de identificar las necesidades de
capital que experimentaría el sistema frente a
dos tipos de escenarios:
un escenario base, reflejo de la situación que sería a fecha de hoy
más probable; y un escenario estresado donde se asume una coyuntura
económica y una caída en los precios de los activos inmobiliarios
significativamente peores, "con objeto de calibrar la resistencia
del sistema ante hipotéticos desarrollos negativos extremos", según
explicó Economía.
El ejercicio está supervisado por
un comité asesor o supervisor
presidido por el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez
Latorre, en el que el subgobernador del Banco de España, el recién
nombrado Fernando Restoy, actúa como vicepresidente. Em el comité
hay representantes del Fondo Monetario Internacional, del Banco
Central Europeo, la Comisión Europea, la Autoridad Bancaria Europea
y de los bancos centrales de Francia y Holanda.
Los escenarios adversos que se toman como referencia están en
línea con los utilizados por el FMI en la prueba de resistencia
realizada en el marco del
Programa de Evaluación del Sector Financiero (FSAP, por sus
siglas en inglés) y consisten en
tres años adicionales de recesión (2012, 2013 y 2014), "un
escenario económico que ningún analista, por muy pesimista que sea,
podría suscribir", según ha señalado Restoy. Los listones de
solvencia se han fijado en el 9% de capital de máxima calidad en
relación con los activos ponderados con riesgo y en el 6% para el
escenario estresado.
El segundo escenario es el que sirve de referencia para fijar las
necesidades de capital y equivale a una caída de la actividad del
6,5%. En él se contempla una caída del precio de la vivienda del
26,4%, lo que lleva a una caída del 50% al 60% desde el máximo. Para
los terrenos y solares, la caída contemplada desde el punto máximo
de la burbuja sería del 80% al 90%, según ha explicado Restoy, que
ha subrayado la gran dureza del escenario contemplado, que también
prevé una subida del paro hasta el 27,2% en 2014 y una caída del
51,3% de la Bolsa este año.
El primer ejercicio ha consistido en medir la incidencia de un
hipotético deterioro de la situación económica sobre el conjunto de
la cartera crediticia de las entidades, es decir,
no solo de la cartera inmobiliaria,
sino también de los créditos a empresas y a particulares. La base ha
sido la información sobre los estados contables y regulatorios
enviados por las entidades al Banco de España, así como cualquier
otra disponible sobre las carteras crediticias de las entidades, su
segmentación y calidad, pero los consultores han tenido encuentros
también con los ejecutivos de las entidades para completar la
información. La metodología de trabajo ha utilizado los modelos,
estimaciones e hipótesis de las propias consultoras, que han
realizado su trabajo sin relación entre sí, y
han recibido unos dos millones de
euros por su trabajo, según ha revelado Restoy, después de
que el secretario de Estado de Economía declinase contestar a la
pregunta alegando que no tenía esa información.
El segundo examen está en marcha
En paralelo, se han iniciado los trabajos de la segunda etapa del
ejercicio de valoración, que es de mayor duración. Estos trabajos
los están llevando a cabo las cuatro mayores firmas auditoras
(Deloitte, PwC, Ernst & Young y KPMG), entre las que se distribuyen
los 14 grupos bancarios, sin que ninguna de ellas pueda revisar
entidades que haya auditado en los últimos ejercicios.
Este segundo ejercicio consiste en la realización de un
análisis individualizado y
detallado de las carteras crediticias de dichas entidades,
en el que se valorarán, entre otras cuestiones, la clasificación y
los niveles de provisión de sus carteras crediticias. Los resultados
de estos trabajos deberán estar disponibles el próximo 31 de
julio.El trabajo de estas auditoras se usará para construir un
ejercicio más amplio y detallado (bottom-up o de abajo
arriba) de los balances de las entidades. Se prevé que este análisis
esté terminado en septiembre.
"El trabajo de las firmas de auditoría y la información más
detallada sobre los riesgos en las carteras de los bancos será la
base de una nueva ronda de pruebas de esfuerzo, que permitirá
identificar las necesidades específicas de capital de cada una de
las entidades. El resultado de esta evaluación individualizada se
publicará a mediados de septiembre", explica Economía.
Así, el Banco de España analizará la información fruto de estos
trabajos y comprobará y exigirá, en su caso, las correspondientes
necesidades de capital y provisiones a las entidades que lo
requieran. Tras ese anuncio, los bancos deberán presentar sus planes
de recapitalización detallados en un breve plazo. Las entidades que
no puedan asumirlos por sí solas podrán acceder al FROB con la
condicionalidad requerida.
En función de si las entidades tienen o no capacidad de lograr
ese dinero de fuentes privadas o si necesitan dinero público, España
irá pidiendo la ayuda a Europa para cada entidad, que se canalizará
a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). La
aprobación del rescate europeo estará sujeta a condiciones estrictas
para la propia entidad (despidos, ventas de activos, rebajas de
sueldos, reestructuraciones); tendrá también una fuerte
condicionalidad para el conjunto del sector financiero (con la
exigencia de reformas en la supervisión, un nuevo cambio del modelo
normativo de las cajas, entre otras cuestiones) y además España se
verá obligada a cumplir con las recomendaciones de la Comisión
Europea sobre política económica en virtud de los procedimientos de
déficit excesivo. Eso supondrá, por ejemplo, que España estará
obligada a subir el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) para
conseguir el rescate.
Entre las condiciones para el sector financiero,
las entidades temen que se impongan
límites no solo a las que necesitan ayuda, sino también a
las sanas, tales como una ratio máxima de créditos en función de los
depósitos, como ha ocurrido en otros países rescatados, como
Portugal.