El International Football Association Board (IFAB),
organismo responsable del
reglamento del fútbol, ha acordado por unanimidad en la
sede de la FIFA en Zúrich (Suiza) el uso de esta tecnología.
Tras nueve meses de pruebas,
que comenzaron en agosto de 2011, la IFAB ha acordado, también por
unanimidad, recurrir a la tecnología de las empresas 'GoalRef' (un
chip alojado en la pelota) y 'Hawk-Eye' (cámara ojo de halcón).
Esta aprobación queda pendiente de
una prueba final de instalación en
cada estadio antes de que los sistemas puedan ser
utilizados en partidos 'reales' de fútbol, según la FIFA.
La IFAB explica que esta tecnología se usará
solo para la línea de gol y no en otras áreas del terreno
de juego.
La nueva tecnología empezará a utilizarse en el Mundial de Clubes
de Tokio, así como en la Copa de
las Confederaciones de Brasil de
2013 y en la
Copa del Mundo de Brasil de 2014.
Asimismo, la IFAB ha aprobado, también por unanimidad, la figura
de los 'árbitros asistentes
adicionales', tras dos años de pruebas en la Liga de
Campeones, la Liga Europa y la Eurocopa 2012, así como en
competiciones en Brasil, Francia, Marruecos y Catar.
El presidente de la FIFA, Joseph
Blatter, que en principio era reacio a la aplicación de la
tecnología en la línea de gol,
cambió de parecer en la Copa Confederaciones de Sudáfrica
2009 y en el sucesivo Mundial.
En la final de la Copa Confederaciones de 2009 entre Brasil y
Estados Unidos, un remate de cabeza de Kaká pudo entrar en la
portería de Howard, pero éste sacó la pelota, que dio en el
larguero, antes de que la atrapara definitivamente. El gol
hubiera supuesto el empate a dos.
La polémica se atenuó porque la "verdeamarilla" ganó 3-2.
Este "gol fantasma" tuvo una sucesión en el
choque de octavos del Mundial de
Sudáfrica entre Inglaterra y Alemania. Con el 2-1 en el
marcador, al final del primer tiempo, un remate de Frank Lampard dio
en el larguero y botó claramente dentro de la portería alemana. Los
ingleses se lanzaron a celebrar la igualada, pero el árbitro no
concedió el tanto.
La fortuna le devolvió el favor
a Inglaterra en la reciente Eurocopa, en el duelo con
Ucrania de la fase de grupos. Corría el minuto 62 del partido,
remató Marko Devic y la hinchada amarilla se disponía a gritar el
empate de Ucrania cuando John Terry sacó el balón, que había
rebasado por completo la línea de gol. El gol no subió al marcador y
a Inglaterra le valió el tanto que había marcado antes
Wayne Rooney.
Este error arbitral
hizo que Joseph Blatter proclamara que la tecnología en la línea de
gol "no es una posibilidad, es una necesidad".
El planteamiento de la FIFA para empezar a utilizar la tecnología
y evitar posibles goles "fantasma" es que el
sistema cumpla los principios de
certeza al cien por cien y de inmediatez, con comunicación
interna para los árbitros.
El danés Claus Bo Larsen
fue el primero en utilizar la tecnología en la línea de meta para
resolver dudas sobre los goles "fantasma" durante la Copa Mundial de
Clubes de la FIFA 2007 en Japón.
"Todo fue bien. Para mí es una
solución ideal instaurar este sistema", dijo Larsen en
alusión al sistema probado en aquel torneo por el que cuando la
pelota rebasa la línea de meta aparece la palabra "gol" en el reloj
digital del árbitro, que emite a la vez una señal sonora.