Los delgados límites de placard, siempre entre lo conservador y
lo atrevido, dilema clásico de mujeres antes de encarar una salida,
acaban de ser abordados por un estudio inglés que llegó a la
siguiente conclusión: para atraer a un hombre el conjuntito debe
dejar al descubierto el 40% del cuerpo. Ni más ni menos.
El hallazgo se basa en una investigación de cuatro científicas de la
Universidad de Leeds, que para sacar conclusiones fueron a la
batalla, es decir, a los boliches.
Provistas con cámaras ocultas en sus carteras, desde los entrepisos
de discos tops, filmaron los movimientos, los gestos y los avances
de los caballeros sobre las damas, que se daban en las pistas.
El esquema de medición fue el siguiente: un brazo, 10% del cuerpo;
una pierna, 15, y el torso, 50. Cuando se pusieron a analizar las
cintas, lo que saltó a luz fue que las mujeres que –cuentas
mediante– mostraban el 40 % del cuerpo atraían el doble de hombres
que el resto.
No solo poca piel a la vista, sino también un exceso, espantan a los
hombres. Las que muestran demasiado, indica el estudio, son
percibidas como desleales o poco confiables.
Al frente de la investigación estuvo la psicóloga Colin Hendrie, que
explicó: “Un centímetro más que el 40% del cuerpo al descubierto
modifica las señales de seducción y la mujer pasa de ser atractiva a
muy disponible e infiel a futuro”.
El consejo de Hendrie –profesora del Instituto de Psicología de la
Facultad de Medicina y Salud de Leeds– para las chicas es simple y
fácil de poner en práctica desde el finde que viene: “Muestren algo
de sus piernas, muestren parte de su brazo, pero no más que eso
”.
Y todavía hay más tips. El estudio, que fue publicado en la revista
inglesa Behaviour, también da la receta, la combinación perfecta de
ingredientes, para que una mujer sea irresistible y popular a ojos
de los hombres: 40% de piel, ropa apretada –puede ser un jean, una
remerita, o un vestido ceñido– y baile provocativo.
Nada sorprendente, simplemente estar sexy, pero claro, con números y
seriedad científica que respaldan esa actitud. El 15% de las mujeres
que aplicaron esta combinación, tuvieron a sus pies un batallón de
hombres: 40 señores cada una.
El diario londinense The Telegraph razona sobre este estudio, según
el cual, de ser cierto lo que expone, el look de muchas celebridades
sería simplemente un error.
Y pone como ejemplo un vestido súper atrevido de Versace que lució
la bellísima actriz Elizabeth Hurley en 1994 cuando acompañó a su ex
novio Hugh Grant, en la alfombra roja de la première de Cuatro bodas
y un funeral, la película que llevó a la fama al galán inglés de
ojos azules.
Ese vestido, conocido como safety pin (alfiler de seguridad), cubre
claramente mucho menos que 60% de piel, y sin embargo, fue votado el
año pasado como el mejor vestido de la historia por tres mil
mujeres. Fue un error, chicas.