España tendrá a su disposición antes del fin de julio 30.000
millones de euros para hacer frente a las necesidades más urgentes
de sus bancos, según el acuerdo alcanzado por el Eurogrupo, que
impondrá a cambio claras
condiciones a toda la banca del país y a la política económica
del Gobierno.
Este primer paquete de ayuda se presenta
como una "contingencia", para hacer frente a las
situaciones más acuciantes y, a priori, debería ir en gran parte a
recapitalizar Bankia y el
resto de entidades nacionalizadas.
El monto total de la asistencia financiera —que puede alcanzar
hasta 100.000 millones de euros—
sólo se determinará a finales de septiembre, cuando se conocerán las
necesidades exactas de todos los bancos gracias a los resultados de
la evaluación pormenorizada de las carteras crediticias encargada
por el Gobierno y a las pruebas de resistencia individualizadas.
Las condiciones, sin
embargo, ya están pactadas y se fijarán definitivamente el 20 de
este mes, pero se sabe que el
vencimiento de los préstamos,
que se transferirán en varios tramos, tendrá una media de 12,5 años
y un máximo de 15 años, como explicó el presidente del Eurogrupo,
Jean-Claude Juncker.
La banca española será dividida en
cuatro grupos: aquellas
entidades que no necesitarán capital, las que están bajo control del
Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), los bancos que
requieren capital y apoyo público y los que necesitan capital pero
que se prevé puedan recapitalizarse en el mercado.
Con condiciones
A cambio de esas ayudas, Europa impondrá
condiciones a los bancos
rescatados siguiendo las reglas de ayudas de Estado.
Por ejemplo, se aplicará la
"segregación de activos" en aquellos bancos que reciban
ayuda pública en compañías específicas de gestión de activos,
inmobiliarios en este caso, es decir
se creará un "banco malo",
explicó el presidente del grupo de trabajo del euro, Thomas Wieser.
Las condiciones serán también para el conjunto del sector y todas
las entidades tendrán que cumplir con el requisito de contar con el
9% de capital de máxima calidad,
como ya hacen las más grandes.
El Estado tampoco se
librará de nuevas obligaciones, tal y como se encargó de dejar claro
el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn.
"España tendrá que cumplir plenamente con sus compromisos bajo el
procedimiento por déficit excesivo y las recomendaciones para
corregir los desequilibrios macroeconómicos", aseguró.
Es decir, que el gobierno de Mariano Rajoy se verá obligado
a subir el IVA, eliminar
la deducción por vivienda,
rebajar la imposición sobre el
trabajo y cumplir con otras posibles futuras
recomendaciones de Bruselas a cambio del dinero.
Recapitalización directa y sin garantías
Por ahora, las ayudas europeas se harán como
estaba previsto a través del Fondo
de Resolución Ordenada Bancaria (FROB) y por tanto
contabilizarán como deuda pública.
Juncker, sin embargo, dejó claro que España se podrá beneficiar
de la recapitalizacion
directa en cuanto se ponga en marcha un supervisor bancario
europeo y que, una vez se opte por esa vía, el Estado ya no
tendrá que garantizar los préstamos a los bancos.
España podrá beneficiarse de la recapitalización directa de sus
bancos desde los fondos europeos de rescate y
no tendrá que garantizar esas inyecciones, algo que el
gobierno español demandaba.
La condición que pusieron los líderes para esa vía es la puesta
en marcha de un supervisor bancario
europeo, con la participación del Banco Central Europeo
(BCE). Según anunció el Eurogrupo, la Comisión Europea presentará a
principios de septiembre sus propuestas para la creación de ese
nuevo supervisor, mientras que el Consejo las tratará de forma
"urgente" antes de fin de año.
"No se requerirán garantías soberanas", zanjó en la rueda de
prensa celebrada tras la reunión de ministros el presidente del
grupo de trabajo del Eurogrupo, Thomas Wieser.
La ayuda financiera solicitada por España a sus
socios europeos bajo unas
condiciones más flexibles, y sin la participación del Fondo
Monetario Internacional (FMI), ha alentado la esperanza de los tres
países rescatados, Grecia, Irlanda y Portugal, de poder renegociar
las condiciones impuestas en sus respectivos rescates.
El Eurogrupo deja así la puerta abierta a una
renegociación del rescate irlandés,
que "se examinará durante el verano", según afirmó
escuetamente Jean-Claude Juncker.
Respecto a
Grecia, Juncker, afirmó que el país no tendrá problemas
para hacer frente al pago de sus deudas en agosto, pese a que el
país no recibirá más ayuda financiera hasta que sus socios no den el
visto bueno a su plan de reformas económicas, previsiblemente en
septiembre.
Pendiente de la cantidad exacta
El presidente del grupo de trabajo del Eurogrupo, Thomas Wieser,
ha afirmado que a finales de septiembre se
conocerán las necesidades de capital exactas, una vez se
sepa a fines de mes el resultado de la evaluación pormenorizada de
las carteras crediticia de la banca española que el Gobierno encargó
a las cuatro auditoras PwC, Deloitte, Ernst & Young y KPMG y se haya
llevado a cabo el test de estrés a cada uno de los bancos españoles.
El Eurogrupo ya dispone de la evaluación independiente de las
consultoras Roland Berger y Oliver Wyman, que estima que la banca
española necesitará entre 51.000 y
62.000 millones de euros para afrontar hasta 2014 un
hipotético escenario económico muy adverso.
Una vez se tengan las cifras exactas, la recapitalización podrá
comenzar, así como la reestructuración de los bancos débiles, basada
en planes para solucionar la escasez de capital identificada y en la
"segregación de activos" en aquellos bancos que recibirán ayuda
pública en compañías específicas de gestión de activos,
inmobiliarios en este caso, es decir se creará un "banco malo",
señaló Wieser.
"Muy buenos acuerdos" para De Guindos
El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de
Guindos afirmó que España ha logrado "dos muy buenos acuerdos" en la
reunión del Eurogrupo. Sin embargo, De Guindos
evitó comentar los detalles de lo
pactado en la reunión, que se ha prolongado
nueve horas, y se limitó a confirmar que se han cerrado las
condiciones de la ayuda financiera a España.
El Eurogrupo también ha decidido conceder a España un año más
para el cumplimiento de sus objetivos de reducción del déficit, a
cambio de que el país se comprometa a realizar más reformas
económicas y a controlar el gasto de las Comunidades Autónomas. Pero
los ministros de Economía de la zona euro han decidido también el
nombramiento de tres cargos económicos clave, reparto en el que
España se ha ido con las manos vacías.