El ejemplar es el último modelo de edición limitada de la casa
italiana de coches deportivos, competencia directa de Ferrari,
que está valorado en más de 350.000 euros. El jugador presumió
de su nueva adquisición por las calles del centro de la capital
e
hizo sonar con insistencia el
motor del mismo, lo que despertó la atención de algunos de los
transeúntes. CR7, amante de la velocidad y gran
coleccionista, añade este automóvil a su flota de más de catorce
bólidos. Se le conocen dos Bentley, cuatro Audi, dos Mercedes,
un Aston, un Maserati, un Porsche… y algunos más.
Pero su
pasión por la carretera también le ha traído algún
que otro susto. En febrero de 2009, cuando residía en
Manchester, tuvo un aparatoso accidente del que salió ileso a
bordo de un Ferrari, valorado en unos 160.000 euros, que resultó
completamente destrozado. Aún así, en este último cumpleaños, Cristiano
Ronaldo ha hecho realidad uno de los pocos sueños que le quedan
por cumplir y ha decidido obsequiarse a sí mismo con un
Lamborghini. El lujo le pierde. De ahí, que viva en La Finca, la
urbanización con más pedigrí de Madrid, en la que residen otros
compañeros de equipo.
La reunión con su familia y su chica en Ramsés sirvió también
para acallar los rumores que durante las últimas semanas
hablaban de distanciamiento en el núcleo de los Dos
Santos-Aveiro con motivo de la llegada al mismo de Shayk, que
supuestamente habría obligado a su suegra,
Dolores do Santos, a marcharse
a vivir fuera del domicilio de CR7. Tras la cena,
Ronaldo y su chica se marcharon a su residencia de Pozuelo de
Alarcón para terminar las celebraciones cerca de Cristiano
Ronaldo
Junior, el único hijo del futbolista.
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