Investigadores de la Universidad de Nottingham han demostrado
cómo una especie de gusano plano supera el proceso de envejecimiento
para ser potencialmente inmortal. El descubrimiento, publicado en la
revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) de
EEUU, puede arrojar luz sobre las posibilidades de evitar el
envejecimiento humano.
Los gusanos planaria han sorprendido a los científicos con su
capacidad aparentemente ilimitada de regeneración. Los
investigadores han estudiado su capacidad para reemplazar los
tejidos y células dañados o viejos en un intento por comprender los
mecanismos que subyacen a su longevidad.
«Hemos estudiado dos tipos de gusanos planarias, los que se
reproducen sexualmente, como nosotros, y los que se reproducen
asexualmente, simplemente dividiéndose en dos. Ambos parecen
regenerarse indefinidamente por el crecimiento de nuevos músculos,
piel, vísceras e incluso el cerebro entero una y otra vez», dice
Aziz Aboobaker, uno de los científicos que ha participado en la
investigación.
«Por lo general, cuando las células madre se dividen -para curar
heridas, durante la reproducción o el crecimiento- empiezan a
mostrar signos de envejecimiento. Esto significa que las células
madre ya no son capaces de dividirse y por ello son menos capaces de
reemplazar células especializadas exhaustas en los tejidos de
nuestro cuerpo. El envejecimiento de la piel es quizás el ejemplo
más visible de este efecto», explica. «Los gusanos planaria son de
algún modo capaces de evitar el proceso de envejecimiento y
consiguen que sus células se sigan dividiendo».
Uno de los eventos asociados con el envejecimiento de las células
está relacionado con la longitud de los telómeros. Con el fin de
crecer y funcionar normalmente, las células de nuestro cuerpo deben
mantener la división para reemplazar a las células que están
desgastadas o dañadas. Durante este proceso de división, las copias
del material genético deben pasar a la siguiente generación de
células. La información genética dentro de las células se dispone en
cordones trenzados de ADN llamadas cromosomas. Al final de estas
líneas hay una especie de «tapa» protectora llamada telómero.
Cada vez que una célula se divide, la tapa del telómero se acorta.
Cuando es demasiado corta, la célula pierde su capacidad de
renovarse y dividirse. En un animal inmortal, por lo tanto, cabría
esperar células que pueden mantener la longitud del telómero
indefinidamente, para que puedan continuar replicándose. En efecto,
los gusanos planarias mantienen activamente los extremos de los
cromosomas en las células madre adultas, lo que lleva a la
inmortalidad teórica.
Los que tienen sexo, diferentes
En un trabajo previo, que condujo a la concesión del Premio Nobel de
Medicina en 2009, los científicos habían demostrado que los
telómeros podían ser mantenidos por la actividad de una enzima
llamada telomerasa. En la mayoría de los organismos que se
reproducen sexualmente, la enzima es más activa durante el
desarrollo temprano. Así que a medida que envejecemos, los telómeros
comienzan a reducir de longitud.
Los científicos comprobaron esto en los gusanos. Encontraron que los
gusanos asexuales aumentan drásticamente la
actividad
de este gen cuando se regeneran, permitiendo a las células madre
mantener sus telómeros cuando se dividen para reemplazar los tejidos
que faltan. Sin embargo, lo que desconcertó al equipo es que los
gusanos que se reproducen sexualmente no parecen mantener la
longitud de los telómeros de la misma manera. La diferencia es
extraña, dado que ambos animales sexuales y asexuales parecen tener
una capacidad de regeneración por tiempo indefinido. El equipo cree
que los gusanos que se reproducen sexualmente o con el tiempo
sufrirán el acortamiento de los telómeros o, de alguna manera, son
capaces de utilizar otro mecanismo para mantener los telómeros que
no implique la enzima telomerasa.
«Los gusanos planarias asexuales demuestran el potencial de mantener
la longitud del telómero durante la regeneración. Nuestros datos
cumplen una de las predicciones sobre lo que haría falta para que un
animal fuera potencialmente inmortal. Nuestros próximos objetivos
son entender los mecanismos con más detalle y comprender más acerca
de cómo evolucionará un animal inmortal», explica Abookaber. La
investigación puede facilitar algunos de los procesos involucrados
en el envejecimiento humano.