NADAL SUFRE EL SINDROME DE HOFFA
Tras renunciar a los Juegos Olímpicos y a los torneos
obligatorios de Toronto, Cincinnati y el Abierto de Estados Unidos,
Rafael Nadal admitió hoy a la agencia Efe cuál es la dolencia que le
mantendrá apartado de las pistas un mínimo de 78 días. “No es la
misma lesión en el tendón del pasado, es algo diferente”, explicó en
referencia a los dolores que viene sufriendo desde hace más de un
lustro en los tendones cuadricipitales y rotulianos de ambas
rodillas.
“Esto es positivo. Los tendones están muy recuperados en
comparación a hace tres años, se han regenerado muy bien. He tenido
un problema en la grasa de Hoffa, que la tengo inflamada, un poco
fibrosada, y hay que recuperarla”.
El tenista padece el síndrome de Hoffa en la rodilla izquierda:
la inflamación de la zona de grasa situada detrás del tendón
rotuliano y debajo de la rótula. Eso provoca dolor en el conjunto de
la articulación, en algunos pacientes solo con caminar, lo que en
los casos más agudos obliga a pasar por el quirófano. En el caso del
mallorquín, la dolencia apareció en febrero, justo después de su
maratoniana final del Abierto de Australia (perdió con el serbio
Novak Djokovic tras 5h53m); llegó a ser intolerable antes de las
semifinales del torneo de Miami (marzo), que decidió no disputar; y
fue a duras penas combatida durante toda la gira de tierra. Luego
llegó la hierba, y con ella comenzó una batería de resonancias,
ecografías, antiinflamatorios y consultas médicas que han dejado al
español sin competir desde que perdió en la segunda ronda de
Wimbledon. Nadal sueña con volver a jugar entre el 14 y el 16 de
septiembre, en las semifinales de la Copa Davis que enfrentarán a
España con Estados Unidos en Gijón. Su presencia, sin embargo, aún
no se puede dar por segura.
“Aún necesita dos o tres semanas de tratamiento”, le aseguraron a
este diario fuentes conocedoras de los dolores del número tres
mundial, que ha vuelto a dejar de entrenarse con raqueta. En estos
momentos, el mallorquín trabaja a diario con Rafael Maymò, su
fisioterapeuta particular, que ataca el síndrome de Hoffa con una
mezcla de kinesioterapia, movimientos excéntricos con gomas que
utiliza a modo de resistencias, máquinas y fisioterapia manual. “Una
cosa muy completa”, resumieron esas fuentes, que también explicaron
por qué los plazos de inactividad del mallorquín (primero 15 días
antes de los Juegos, extendidos luego a otros 15 durante estos), se
han ido ampliando: “La rodilla no tiene los mismos plazos que la
competición. Lo que se intenta es adaptar su recuperación al
calendario competitivo del tenista, que no es el mismo que el de la
articulación, y que además es muy exigente. Lleva mucha tralla”.
Al renunciar a las cuatro últimas citas previstas en su
calendario, Nadal ha puesto en peligro el número tres mundial, que
podría pasar a manos del británico Andy Murray en función de su
resultado en el Abierto de Estados Unidos. Ese es un dato menor en
el esquema que manejan el mallorquín y su equipo. El campeón de
Roland Garros 2012, según argumentan en su entorno, ha optado por la
prudencia para asegurarse así más años de carrera. En 2005, una
lesión en un pie amenazó con poner fin a su vida como tenista cuando
esta apenas había empezado. La solución fueron unas plantillas que
cambiaron sus apoyos. En consecuencia, se modificaron también todas
las dinámicas que unían sus músculos, tendones y huesos. Al tiempo,
aparecieron los dolores articulares, las cintas en las rodillas, el
martirio que pasaba alternativamente de los tendones rotulianos a
los cuadricipitales. Ahora, asumido el sinsabor de renunciar a los
Juegos y a ser el abanderado de España, una oportunidad única, ya no
hay prisas por volver, no hay urgencias que valgan. Toca, según
aseguraron fuentes de su equipo, “resetear las rodillas”. “Un parón
para que curen, duren y desaparezca el dolor”
Como dijo el mismo Nadal en IB3: “Haremos un planteamiento nuevo
y probablemente a partir de ahora tenga que jugar más pista de
tierra que en dura, que me perjudica más. Si tengo que jugar menos
partidos al año, lo haré, si tengo que cambiar los torneos a jugar,
lo haré. Lo que sea para alargar mi carrera”. ¿El sueño? Los Juegos
de Río 2016. Fuente
Compartir este articulo : | | | | |
|
|