Mariano Rajoy tiene previsto iniciar mañana su primera gira por
Iberoamérica como presidente del Gobierno que le llevará durante
tres días a México y Colombia en plena ofensiva diplomática para
intentar frenar el ya explícito plan de la presidenta argentina,
Cristina Fernández, de arrebatar a la compañía española Repsol el
control de la petrolera YPF y en medio de la polémica provocada por
el accidente del Rey durante un viaje privado a Botsuana. El viaje
estaba previsto ya antes de que hoy la presidenta argentina
confirmase que toma el control de la filial de Repsol, YPF, tras
anunciar que la producción de hidrocarburos será considerada de
interés público.
Ya el pasado viernes el ministro español de Asuntos Exteriores,
José Manuel García Margallo, habló con la canciller mexicana,
Patricia Espinosa, para recabar su apoyo en la crisis. Rajoy puede
contar con el respaldo de México, que ejerce la presidencia de turno
del G-20, no solo porque el 9,49% de Repsol está en manos de la
mexicana Pemex, sino también porque este país y Argentina mantienen
su propio contencioso a propósito de las restricciones impuestas por
Buenos Aires a la importación de vehículos mexicanos. Pero estos
planes eran previos al anuncio de Cristina Fernández.
Otro país latinoamericano que se ha alineado con España,
evidenciando el aislamiento internacional de Buenos Aires, es Chile,
cuyo presidente, Sebastián Piñera, advirtió el viernes a Fernández
de que “los países deben respetar la ley, el Estado de Derecho y
también los convenios, tratados y el derecho internacional”. Se da
la circunstancia de que una de las licencias revocadas a Repsol en
la provincia argentina de Chubut era operada también por la
petrolera chilena Enap.
Tras volar durante toda la noche, está previsto que el presidente
del Gobierno español llegue mañana por la mañana a la ciudad de
Puerto Vallarta, en el estado de Jalisco, donde participará en el
Foro Económico Mundial, en el que participan 900 dirigentes
políticos y empresariales de 71 países. Rajoy intervendrá en una
mesa redonda con los presidentes de México, Felipe Calderón, Panamá,
Ricardo Martinelli, Guatemala, Otto Pérez Molina, y Surinam, Désiré
Bouterse, centrada en las respuestas a la recesión económica global.
El jefe del Gobierno español deberá emplearse a fondo para convencer
a los asistentes de que la economía española será capaz de salir
adelante sin recurrir a un rescate como Grecia, Irlanda o Portugal,
en contra de lo que dan por descontado numerosos analistas
económicos. En todo caso, una idea de hasta qué punto ha cambiado la
situación en los últimos años la da la frase de un portavoz de
Moncloa: “El mensaje no es tanto qué puede hacer España por América
Latina como qué puede hacer América Latina por España”.
Mañana por la tarde Rajoy volará a México D.F. para participar en
una recepción a la colonia española en la Embajada y el miércoles
realizará una visita oficial que incluirá una entrevista oficial con
Calderón y un acto en la Alcaldía, donde recibirá las llaves de la
ciudad. También tiene previsto reunirse con los tres candidatos que
el próximo 1 de julio se disputarán la sucesión de Calderón:
Josefina Vázquez Mota, del Partido de Acción Nacional (PAN), Enrique
Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y Andrés
Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Al que gane, le invitará a asistir a la Cumbre Iberoamericana de
noviembre en Cádiz. Aunque Calderón dejará este año la Presidencia
de la República, aún será el anfitrión de la cumbre del G-20, que se
celebra en junio en Los Cabos, baja California, y a la que por vez
primera asistirá Rajoy.
Desde México, Rajoy viajará el miércoles a Bogotá, donde el
jueves se reunirá con el presidente Juan Manuel Santos, que ha
presidido durante el pasado fin de semana la Cumbre de las Américas,
inaugurará un foro de inversiones para pymes organizado por
Instituto de Comercio Exterior (ICEX) y será investido doctor
honoris causa en Derecho por la Universidad Sergio Arboleda.