Novedades
en el caso de las escuchas telefónicas investigadas por Fiscalía de
Bari, entre
Silvio Berlusconi, acusado de prostitución de menores, y
Giampaolo Tarantini, empresario que le proporcionaba chicas
al primer ministro italiano para sus fiestas en Arcore y Villa
Certosa.
La primera mujer en hablar sobre las fiestas de «Il Cavaliere»,
cuando éste todavía estaba casado con Veronica Lario, fue
Patrizia D'Addario, quien abrió la caja de los truenos y a
quien se unieron «Ruby rompecorazones» y decenas de chicas más que
aseguraron haberse
«tenido sexo» con Berlusconi a cambio de
favores o dinero.
La única que osó a decirle «no» al mandatario italiano fue la actriz
italiana Manuela Arcuri, a quien le prometieron presentar el
Festival de Sanremo
si pasaba por la cama de Silvio. Quizás por su negativa, su
carrera se ha visto truncada, al contrario que la de
Belén Rodríguez.
Esta modelo argentina, presentadora de televisión en Italia y
Miss Canarias en 2008, se convirtió en una
obsesión tal para el dirigente italiano que incluso le rogó a
Tarantini que tantease la situación con ella:
T: Madre mía, qué guapa se ha puesto Belén, la he visto en
plena forma.
B: Pregúntale sobre mí.
T: Lo sé, lo sé, tengo que cogerla en un momento tranquila.
De todas formas esta noche cenamos juntos de nuevo.
B: Muy bien. Dile que siempre he tenido una opinión muy
positiva tanto sobre su belleza como sobre su personalidad.
T: ¿Pero usted no la ha conocido nunca en persona?.
B: Cómo no, mucho más que eso.
T: Vale, vale...
B: La conocí, estuvo una noche en mi casa (el 2 de enero de
2009) pero no hicimos el amor porque descubrí que era la chica de
uno de mis jugadores (refiriéndose a la relación de Rodríguez con
Marco Borriello, futbolista del Milan)
Pero el mandatario italiano no desistió y le susurró por teléfono a
la propia Belén Rodríguez: «Si un día tuvieras ganas de cenar
conmigo o de verme, estoy a tu disposición.
Sabes que puedes conseguir cualquier cosa... un amigo... un
admirador».